La semana pasada, en viaje a realizar una nueva sesión del Diploma de Liderazgo emprendedor en Arica, me encontré con Claudio Arriagada, Alcalde de la comuna de La Granja, que viajaba a Arica, al congreso nacional de los consejeros regionales. Aunque hacía más de diez años que no nos veíamos, me fue fácil reconocerlo, porque una semana antes apareció en el periódico, brazos en alto, cebrando su elección como Presidente de la Asociación de Municipios de Chile.

Claudio fue un valiente luchador por la defensa de los derechos humanos y la recuperación de la democracia en Chile, desde su territorio, la comuna de La Granja y la zona sur de Santiago. De hecho, fue mi primer mentor al comprometerme en la actividad política en esos inicios de los años ochenta. Desde ese tiempo ha sido una importante amistad de toda mi familia.

Luego al comenzar la democracia en 1990, pronto asumió como alcalde de su comuna, reeligiéndose por tres períodos y alcanzando en las últimas votaciones un 70 %. Esto no es casual porque impresiona y enorgullece observar los cambios que ha producido en La Granja. Una comuna con histórica concentración de pobreza, la cual hoy presenta un valioso trabajo participativo, con una mejora notable de servicios, de pavimentación, parques, vida cultural, mejoras sanitarias de las viviendas, adelantos en educación y salud. En suma un cambio inimaginable años antes de asumir esa alcaldía. Algo no menor, es la capacidad de incluir a todos los actores, funcionarios, profesores, médicos y pobladores en las iniciativas de transformación.

Impresiona escuchar su actual discurso de responsabilidad, eficiencia, incentivos, modernizaciones y participación social. Claudio es él mismo un ejemplo evidente de emprendimiento, de una vida de emprendedor, que creció como un poblador con compromiso de liderazgo en su comunidad y hoy es un alcalde moderno, democrático y solidario.

Era esperable y de festejar, que asumiera un paso como la Asociación de Municipios, porque ahora podrá colaborar con otros municipios como el suyo, comprendiendo la realidad de necesidades y carencias, los desafíos de gestión de recursos y liderazgo para producir transformaciones.

No dudó en acompañarme a dar un saludo y compartir su experiencia con los alumnos del Diploma de Liderazgo Emprendedor de Arica. Dejó una impresión de admiración y responsabilidad, un ejemplo ineludible que sí se puede, cuando se pone esfuerzo, persistencia, autoexigencia y liderazgo para producir transformaciones en la propia vida y en el entorno.

Desde aquí le envío saludos, gracias por la visita al curso y felicitaciones por el nuevo emprendimiento.

Entrevista en tarapacaemprende.cl