Pepe Isla es uno de los amigos más estudiosos y ???estudiado??? que tengo desde la época de la Universidad. A pesar que crecimos a pocas calles de distancia en nuestra natal San Ramón, por la diferencia de años, nos conocimos sólo en la DCU de la Universidad de Chile. Nuestros padres son vecinos y amigos desde su juventud, lo mismo su tío Pedro, actual alcalde de San Ramón. Pepe tiene a cuestas ya dos licenciaturas en ciencias sociales, una maestría y un doctorado en Francia, aprestándose ahora a comenzar su vida académica. Lo más destacable junto con su formación, es su profunda identificación con la experiencias de pobreza y cambio social, y una inmensa modestia para reflexionar y dialogar en cualquier ámbito. Comparto aquí su comentario diálogo de mi artículo sobre capacidad emprendedora (ver aquí):
Continúa:
HOLA RICARDO :
Leí tu articulo y me sugirió algunas reflexiones :
???Aux armes citoyens???: a las armas emprendedores. En mi caso particular, esta es la parte que más me convoca: el emprendimiento es ciudadanía, el emprendedor es el ciudadano sobre el que puede fundarse hoy la democracia. Al leer me siento convocado al emprendimiento.
El mensaje es claramente un llamado a la acción (al emprendimiento) y, por lo mismo, está construido de manera de convocar y estimular ??? se trata de texto claramente político, hay que subirse en su vagón y dejarse llevar por él camino de la batalla. Me doy cuenta que las descripciones específicas que haces son en muchos casos más que discutibles (por ejemplo, no es cierto que hay más pobreza ahora que hace 40 años), pero de lo que se trata es de convocar a la acción. El político que hay en mí reconoce los pases retóricos y su uso para producir la tensión que impulse a la acción. Se trata de algo que estamos necesitando para saltar hacia delante.
También leyendo tu texto me vino a la memoria un chiste de Olaf que leí en el diario cuando niño. La escena es la siguiente :
Olaf, parado sobre una mesa y con la espada en alto, arenga a un auditorio de vikingos atiborrados de cerveza :
– ???Ha terminado el tiempo de la vacilación, de las dudas y de la espera ??? es la hora de montar en los barcos y atacar ???. Es la hora sagrada de la guerra???
¡¡¡¡Rrrrrr , Thor , Odin, a los barcos, es la hora de la guerra !!???, contestan los vikingos enardecidos ???.
En medio del bullicio, al fondo de la taberna, el desastrado yerno de Olaf levanta su mano.
– ???¿Quieres decir algo????, ladra Olaf señalándolo con la espada. El yerno asiente intimidado ??? los vikingos hacen una pausa para escuchar
– ???¿por qué???? ???
La siguiente escena muestra a Olaf sentado sobre una roca mirando el mar … solo.
Me parece que el yerno de Olaf es el menos emprendedor de todos los presentes … pero no es el menos moderno.
En el texto el emprendimiento me aparece claramente expuesto como un gesto de modernidad, pero esto no se explica nunca, debe ser simplemente aceptado como evidente ???. Hablar de emprendimiento es hablar de modernidad, globalización, sociedad de la información, etc. ??? pero ¿por qué?: ¿Es más emprendedor Bill Gates que Cristóbal Colon o San Ignacio de Loyola? ??? ¿cuál es la relación entre emprendimiento y modernidad? Eso es lo que más ruido genera el texto para el sociólogo que también hay en mí. La respuesta no me aparece para nada evidente. Recuerda que la definición ???clásica??? del emprendedor refiere a tipos que arriesgaban el pellejo en su ???emprendimiento???.
Si me preguntaras (cosa que no has hecho, pero imaginémonos que lo haces) creo que una buena pista a explorar puede ser la comprensión de la modernidad avanzada como un escenario de desacoplamiento del tiempo y del espacio, o mejor dicho, como desacoplamiento de la dimensión temporal y la dimensión espacial de la experiencia social … de donde emerge la sorprendente realidad de la realidad “virtual”. Giddens, a quien tu citas varias veces, ha profundizado en este tema, tanto en su libro fundamental (Constitución de la Sociedad) como en los textos derivados (por ejemplo : Consecuencias de la Modernidad). También, Sociología de la Modernidad de Peter Wagner, un sociologo alemán relativamente joven.
El emprendedor genial característico de la modernidad avanzada no es necesariamente un tipo heróico o carismático ???. es más bien un tipo que se mueve en esa grieta entre la dimensión temporal y la dimensión espacial como por su casa ???. de ahí que su emprendimiento tenga algo de milagroso: un pozo de riqueza generado desde la nada (estoy pensando con admiración y envidia en los 1650 millones de dólares en que dos veinteañeros gringos acaban de vender YouTube, la empresa que crearon hace menos de dos años).
Un abrazo,
PEPE
José Isla Madariaga, Sociólogo
ppisla@yahoo.com
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Lindo ejemplo….un abrazo y bendiciònes querido amigo 🙂
Pepe, es cierto que doy por un hecho la modernidad, pero como una base material, económica, cultural y tecnológica, como una constatación de procesos sociales e históricos. El actor que propongo no es un ???moderno???, ni posmoderno, sino ???como lo declaran Flores y Varela (1994)- un agente de cambio flexible auténtico, es decir, un personaje que vive en la modernidad, se apropia de las posibilidades y herramientas, pero que tiene sentido histórico y pertenencia a comunidades, con un compromiso incondicional con la transformación de la vida de las personas. Como el actor del medioevo vivía un contexto político, económico, tecnológico y cultural, el cual se transformó al cambiar el contexto histórico, hacia un actor más autónomo con el inicio de la modernidad, el actor de esta modernidad avanzada, requiere de apropiarse del contexto, pero con un sentido histórico. La apuesta última es trascender los límites de la ideología (¿paradigma?) liberal económico y político, integrando valores e instituciones, pero superando la base puramente individualista y racional. Integrar es la cuestión. Integrar los contextos, pero especialmente integrar es este mundo ???moderno??? a los grupos aún no integrados, utilizando a su favor las posibilidades como las tecnologías y las destrezas emprendedoras como construcción de identidad, redes sociales y apropiación tecnológica.