Tarjeta Bip Transantiago

Es doble la satisfacción de la entrevista a José Mena, Gerente General de Banco Estado, en La Segunda, porque por un lado muestra cómo una empresa estatal ¡un banco! Puede ser moderno y competitivo sin dejar de prestar un servicio social a la mayoría de la población. Esto enseña que es posible hacer buenos negocios, cuidando también entregar un servicio de solidaridad a la gente. La segunda satisfacción es ver el compromiso, en este caso acompañado por entidades financieras privadas, por implantar en Chile la utilización de medios de pagos electrónicos, como es la controvertida tarjeta Bip. Como dice Mena ???reemplazar los billetes y monedas por una tarjeta es de tal grado de beneficio, para la sociedad y para negocios adicionales, que vale la pena hacer este esfuerzo???.

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Sin exagerar, este es una excelente oportunidad para involucrar masivamente a la población en la cultura y la economía digital, y un aporte grande para democratizar el acceso a esta nueva era. Personalmente, al regresar a Chile de vivir tres años en España pasé más de alguna vergüenza al invitar amigos a comer, sin tener dinero efectivo conmigo sino sólo tarjetas ¡no tenemos tarjeta! Hace tiempo era mirado con compasión cuando sacaba mi tarjeta de crédito para pagar ¿cómo va a comprar a crédito por tan poco dinero? La oferta ha mejorado en Chile durante los últimos años, pero se trata que estas prácticas se transformen en parte del paisaje para la gente, porque más allá de los beneficios económicos, les permiten imaginar posibilidades al interior de la economía digital. El contexto de la entrevista es el Transantiago, que es otro impulso de mejora para población. Seguramente se podría haber diseñado evitando algunos de los terribles costos para la gente, pero eso ???se podría. Las dificultades pasarán y quedará un servicio enorgullecedor para los santiaguinos. Mis respetos a quienes han dado la cara durante estas semanas iniciales.

Lasegunda
Apuesta de la banca en el Transantiago: Convertir la bip! en “súper tarjeta”


“Después que la gente verifique que un plástico puede facilitarle la vida, podríamos ofrecerle más servicios. Vamos subiendo de un peldaño la escalera”.

Acción del gobierno: “Tengo quejas y críticas, pero prefiero darlas en privado, entendiendo que es la forma de lograr acuerdos”.

Anuncia GPS y contador de pasajeros funcionando en marzo; más call centers y centros de atención, y puntos bip! en colegios y universidades.

Por Teresa Espinoza

Aunque dice que la sensación de urgencia no ha bajado para nada, se le ve aliviado al presidente del Administrador Financiero del Transantiago (AFT), José Mena.

Tras la dificultosa partida de los cobros en el nuevo sistema de transporte colectivo de la capital -con un “error humano” que agregó varios días de gratuidad para los santiaguinos a cuenta del AFT, además del pago de dos boletas de garantía-, asegura que ahora “la situación es muy satisfactoria”.

“Por supuesto, no llegamos a esto como lo habíamos pensado”, admite el principal ejecutivo del consorcio que integran el BancoEstado, del cual es gerente general, y los privados Santander, Chile, BCI, CMR Falabella y Sonda. Pero destaca que ante la “sorpresa” que tuvieron la madrugada del martes 13, cuando detectaron que el sistema no estaba a punto para partir, lograron reaccionar rápido con una propuesta de solución y asumiendo claramente la responsabilidad.

Hoy -subraya-, “el servicio de cobro con la tarjeta bip! ha probado estar incluso por sobre los estándares fijados en los contratos, con una efectividad superior al 99%, y la población ha tenido una actitud muy positiva y de aprendizaje muy rápido”.

-De todas maneras, la gente ha identificado a los operadores de los buses y al AFT como los mayores responsables de los problemas.

-He dicho que la tecnología no es el cuello de botella de este sistema, y no lo ha sido. Si hoy hiciésemos una encuesta a partir de la percepción del sistema de cobro, tendríamos una respuesta muy positiva.

-¿Cree que la gente cambió de opinión?

-Sí.

“Rentabilidad apenas para cubrir la operación”

-Cuando arreciaban las complicaciones, ¿no hubo bancos que se hayan arrepentido de estar en esto, tan distinto a su negocio tradicional?

-Cuando a uno lo despiertan a las cinco de la mañana, puede haber pasado por la mente de alguien (ríe). No, la verdad es que el directorio ha sido tremendamente profesional y yo como presidente he tenido un respaldo claro, en el sentido de que a este proyecto entramos todos y lo vamos a sacar entre todos.

El AFT es una sociedad bien inédita, con socios diversos, comprometidos en una empresa para 12 años. Llevamos apenas unas semanas, pero el directorio, que es el que ha estado operando y tomando las decisiones, está muy unido respecto a los desafíos. La mirada que une es que ante las dificultades de un proyecto tan complejo, ponemos en la balanza los beneficios que esperamos, no como empresas, porque éste no es un negocio de mucho volumen, sino del alto impacto que tendrá en la población.

-¿No es un gran negocio?

-No. Los socios tienen volúmenes de negocio mucho mayores. La inversión, unos 80 millones de dólares, siendo importante, no es muy relevante respecto a los costos en la operación global de los medios de pago.

-¿Pero sí tendrán previsto obtener ganancias?

-Las rentabilidades son apenas para cubrir la operación y la tasa de descuento.

En esta vuelta, lo relevante no es la utilidad, sino poder llegar a cuatro millones de personas. La apuesta que está haciendo el directorio es dar un salto en la relación con el dinero. Reemplazar los billetes y monedas por una tarjeta es de tal grado de beneficio, para la sociedad y para negocios adicionales, que vale la pena hacer este esfuerzo.

-¿El negocio es que la gente se acostumbre a usar la tarjeta?

-Sí. Estamos hablando de pasar a un escenario, como el de España, donde todo lo hace a partir de cuentas bancarias y tarjetas. Es un beneficio brutal para la economía. Los costos de transportar monedas son enormes y propios del tercer mundo. Eliminar el cheque, que todavía es muy usado, es algo que colateralmente esperamos obtener.

-¿Por eso entraron los bancos a esto, para reemplazar medios de pago?

-Los bancos están en esto porque la normativa del Banco Central establece que la tarjeta debía ser emitida por un banco. Y por lo tanto es el medio de pago el que genera el beneficio de bancarización y de eficiencia. No es lo mismo que un microempresario esté tratando de hacer su negocio y deba hacer cola, cuando un neozelandés o un español está haciendo lo mismo, pero a distancia, por internet. Cuando competimos con ese tipo de países, eso hace la diferencia. Que la locomoción deje de ser pagada con billetes y monedas es tremendamente relevante para pasar a un escenario de primer mundo.

-¿Qué negocios colaterales pueden derivarse para los bancos de que la gente use tarjeta?

-Sustituir monedas y billetes en uno de usos más comunes, que es la locomoción, permite posteriormente ver si el monedero electrónico, basado en esta tecnología, es bien aceptado. Eso posibilitaría, por ejemplo, comprar el diario con una tarjeta… la bip! u otra. El AFT da una plataforma que los emisores pueden después usar independientemente.

Hoy, el objetivo es que el sistema funcione en forma excelente. Después que la gente verifique que un plástico puede facilitarle la vida, podríamos ofrecerle más servicios. Vamos subiendo de un peldaño la escalera.

-¿La idea es convertir la tarjeta bip! en una “súper tarjeta”?

-Es la base. Si las personas tienen el hábito de pagar con tarjeta hasta cosas menores, puede ser ésta la vía.

“Nuestra gente está bien cansada y va a seguir así”

-¿Qué trabajo queda pendiente para el AFT?

-Más buses deben estar habilitados, y eso significa seguir trabajando en la noche con miles de personas. En unos pocos días, en marzo, haremos la puesta a punto de tecnologías adicionales, como el GPS y el contador de pasajeros. También queremos además ampliar la red de carga de tarjetas, puntos bip!, a colegios y universidades. Y falta terminar la capacitación a los choferes.

Nuestra intención es estar por sobre los estándares mínimos en todos los aspectos, pero en lo que no lo logremos, la instrucción es tener respuestas en 5 días hábiles. Si se cumple el plazo, y no hay nada en contrario, se abona el dinero a la tarjeta del cliente.

-¿Va a funcionar bien este sistema y en un tiempo razonable? Hoy da la sensación de que se ha perdido la urgencia.

-No lo veo así. Nuestros equipos están trabajando a presión, la gente está bien cansada y va a seguir así hasta que esto esté funcionando muy bien. Respecto del resto de los actores, veo que se ha ido aprendiendo rápido que debemos apoyarnos para que el sistema funcione. En ese sentido, estoy muy optimista de que tenemos un escenario con buenas perspectivas en el corto plazo.

-¿Y la acción del Gobierno?

-No me corresponde evaluarlo. Tengo quejas y críticas, pero prefiero darlas en ámbitos privados, entendiendo que es la forma para lograr acuerdos, tal como ha sido con otros actores, con los que hemos ido solucionando los temas.

Sonda: “Para AFT es una situación ya superada”

-El costo de los días gratis se reparte entre los integrantes del AFT en proporción a la participación en la empresa.

-No. Es un acuerdo entre los socios.

-Lo que incluye a Sonda…

-Sí. Sobre eso, sólo diré que para el AFT es una situación ya superada, que la solución está conforme y que es un acuerdo entre privados.

“Falta marzo, pero por ahora se podría apostar a una evasión normal, bajo el 10%”

-Una de las preocupaciones que persisten es la evasión. ¿Cómo la ve usted?

-El sistema lleva poco tiempo para dar una opinión concluyente, y necesitamos ver cómo opera en marzo, con mucha más gente en Santiago.

Con todo, me ha parecido buena la actitud de las personas, que están dispuestas a pagar en la medida en que el servicio se les dé. Eso, más la alternativa de los pagos afuera del bus, me permite por ahora apostar a que el sistema tendrá una evasión dentro de rangos razonables, que se asumen.

-¿Cuál es ese rango?

-En torno a un dígito, algo bajo el 10%.

-¿Cuánto ha sido en estos días?

-No tenemos estimación todavía, son muy pocos días.

-Y si sube el 10%, ¿aumentan las tarifas…?

-Sí.

-¿Así de automático?

-Así es.

-¿Cómo se establece ese aumento?

-Ese tema no nos corresponde. El AFT es responsable de cobrar y por eso nos preocupa la evasión, porque ésa es una forma de no cobro, pero la fijación de tarifas es materia de la autoridad.

-¿Eso significa que a ustedes no les importa el valor de la tarifa?

-Nos interesa que el sistema sea estable, que tenga posibilidades de permanencia. Somos responsables de administrar la reserva técnica que permite dar viabilidad al sistema; por lo tanto, para nosotros es muy importante que la tarifa sea de equilibrio y permita hacer los pagos adecuados, cubriendo todos los costos. Si eso no es así, la reserva técnica se va a ir a cero, y nosotros debemos advertir que eso puede pasar.

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