Facebook, un nuevo fenómeno
El país. Facebook, un fenómeno eminentemente estudiantil y norteamericano, se ha abierto ahora a todo el mundo.
Francis Pisani
DE LOS BLOGUEROS de Silicon Valley parece haber encontrado una expresión demasiado fuerte para celebrar los méritos de la nueva fórmula lanzada por Facebook. El sitio, cuya sede se encuentra en Palo Alto, nació en un contexto estrictamente universitario. Se abrió al común de los mortales en septiembre pasado y acaba de transformarse en plataforma sobre la cual pueden trabajar los desarrolladores y las empresas que quieran. Acceden así de manera directa a unas de las redes sociales más dinámicas del momento con un modelo económico tan interesante que algunos ven en él el único capaz de competir con Google en un futuro próximo.
Un ejemplo entre muchos puede dar una idea de lo que se está comentando por acá: Hadi Partovi, presidente de iLike (sitio de intercambio de música) afirma que "en la historia de la computación, se creó la computadora personal, luego Windows, luego la Web y ahora la plataforma Facebook".
Decir que es una plataforma es afirmar que, al igual que con la computadora, los desarrolladores pueden crear aplicaciones que funcionan en ese espacio. Cualquiera puede participar y ofrecer sus servicios a otros internautas, que las agregan o no a su perfil. Dicho de otra manera, Facebook pretende volverse algo como un sistema operativo. El "sistema operativo social de la Web", según llegó a declarar Mark Zuckerberg el fundador del sitio, de 23 años de edad.
La fuerza de su propuesta es triple: quienes participen tendrán acceso a una red muy extensa, el modelo económico es de una sorprendente generosidad y podrán beneficiarse con algo de lo cual Google carece: la dinámica relacional de las redes sociales.
Decir que ha tenido buena recepción sería pecar por exceso de cautela y dar una muy pálida idea del fenómeno. Facebook tenía 24 millones de abonados cuando lanzó su nueva fórmula el 24 de mayo. A la semana ya tenía un millón más. El ritmo de 100.000 nuevos abonados diarios se está acelerando. La red podría llegar a 50 millones antes del fin de año.
No son cualquier tipo de usuarios. La mitad de ellos se conectan todos los días. Se quedan, de promedio, unos 20 minutos, lo cual es enorme. Con 40.000 millones de páginas vistas al mes es el sexto sitio más visitado del mundo, delante de eBay y detrás de Google. Es el primer sitio de intercambio de fotos, por delante de Flickr.com.
A los 10 días del lanzamiento el número de aplicaciones disponibles había pasado de 85 a más de 300. iLike, la más popular, comenzó con mil abonados a la mañana siguiente del lanzamiento. A los dos días eran 300.000. Gana ahora 200.000 abonados por día y su presencia en Facebook superó al sitio original.
La propuesta económica tiene esto de maravilloso: quienes construyan algo sobre Facebook se quedarán con el dinero generado por la publicidad o por las transacciones. No les cuesta nada. Una propuesta difícil de mejorar.
Lo más importante, sin embargo, es la dimensión viral del sistema. "Cuando un amigo agrega una aplicación aparece en su página y en su perfil. Cliquear lleva a la aplicación y permite interactuar directamente con ella", subraya Michael Arrington en TechCrunch. Todos los amigos ven la elección y la consideran como un voto a favor lo cual los alienta a probarla ellos también.
"Cuando Facebook tenga 100 millones de abonados, dentro de no mucho, poder desarrollar una aplicación dentro de su sistema será casi como conseguir un enlace en la propia página ancla de Google", estima Paul Allen, un empresario de Utah que no tiene nada que ver con el fundador de Microsoft. Predice que Facebook llegará a ser la mayor red social del mundo, la primera en tener mil millones de usuarios. Lance Tokuda de RockYou afirma que "Facebook ha creado la plataforma más viral de la historia de la computación". Por eso algunos piensan que Facebook podría llegar a ser el próximo Google.
Si lo logra será partiendo de un polo opuesto. En Facebook la información es filtrada por los amigos y las redes. El modelo no descansa sobre un motor de búsqueda, sino sobre las redes sociales.