Porque le viene de “perilla” al estilo chileno de falsa humildad, descalificaciones soterradas, envidias, nivelar para abajo y castigar el orgullo, les comparto aquí una reflexión del emprendedor hispano argentino Martín Varsavsky:

1. LA HUMILDAD

Frecuentemente recibo comentarios de españoles que me critican por mi falta de humildad (acabo de leer otro). Me critican porque cuento que estuve con Angelina Jolie, o con Clinton, o con Shakira, o con Kirchner, o con Chad Hurley, todos en la misma semana.

Supongo que la idea es que estas cosas no se cuentan, o que son exageradas porque Kirchner no está blogueando que se juntó conmigo que por qué lo tengo que bloguear yo. Pero a este punto quiero hacer un comentario en general sobre la humildad. En España la humildad es una gran virtud, en Argentina donde crecí yo no. Que me muestren a un argentino que estuvo con Angelina Jolie y que no lo cuente. Es más muchas veces cuando me pasan ciertas cosas lo que más tengo es ganas de contárselas a mis amigos del secundario, si me vieran los compañeros del Avellaneda pienso ?el ruso con la Angelina Jolie?. Pero ¿de donde viene esa enorme valorización de la humildad que hay en España y que contrasta tanto con Estados Unidos y Argentina los otros paises donde viví? Creo que fué más una estrategia de supervivencia. En un país dominado tantos años por la inquisición y el franquismo el lema era, no saques la cabeza por encima de la multitud que te la cortan, y todos la bajan. Y así es como Amancio Ortega, el hombre más rico de España educado durante el franquismo vive en el anonimato. Su estrategia es justamente no darse a conocer. Cuando tengo alumnos argentinos en el Instituto de Empresa les digo que por favor controlen su ego, cuando tengo alumnos españoles les digo que por favor lo construyan, especialmente cuando van a levantar fondos para su nueva empresa o a buscar un trabajo.

2. TEST DE AUTOESTIMA

Leyendo mi artículo sobre la humildad, los comentarios que aparecieron y los que recibí que no puse en los que se me insultaba de maneras bastante bestiales, se me ocurrió un sencillo test de autoestima. Cuando yo veo a otra persona que hizo algo que me hubiera gustado hacer a mi, como por ejemplo a Chad Hurley de Youtube, ¿qué siento? ¿Envidia o admiración? En mi caso, admiración, una enorme admiración por Chad. El otro día cuando tenía a Chad en mi casa y se reía contándome que ?me había hecho caso? y que había lanzado Youtube en otros idiomas. Yo me sentía feliz pensando en que esta persona que yo admiro ?me hizo caso?, y lo pongo entre comillas porque me imagino que no fuí el único que le sugirió eso.

En el mundo en el que me muevo siento una gran admiración por Sergey y Larry de Google, por Niklas y Janus de Skype y para mi que ellos sean mis socios en Fon es un logro enorme. No hay nada mejor que cuando gente que admiras y sabes que han hecho cosas más importantes que las tuyas también piensan bien de ti (de vos).

Pero la gente que tiene baja autoestima, cuando ven a alguien que hizo cosas que le hubiera gustado hacer, sienten envidia, resentimiento y odio. Si yo hubiera sentido eso jamás hubiera convencido en mis reuniones con los fundadores de Google o Skype que invirtieran en una empresa llamada Fon, basada en Alcobendas y constituida principalmente por un grupo de empleados españoles llenos de ilusión.