Más allá de la colaboración para conseguir empleo en tiempos de crisis, los telecentros deben ser un laboratorio donde aprender con experiencias a vivir en el mundo del Siglo XXI, globalizado, fluido, confuso e incierto. La tecnología es la plataforma, pero se trata mucho más de una cultura expresada en emociones, prácticas, relaciones y narrativas. Y la base de esta trasferencia más que por manuales debe ocurrir por contagio en el Telecentro. Lee y descarga el texto completo en Scribd – Visita la Comunidad de Telecentros – Dicho en Twittwer –
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