2025 Replicar el modelo del Colegio Alberto Blest Gana
De la innovación a la transformación

El ecosistema de la innovación educativa en Chile precisa innovar. Han pasado ya diez años desde que hice la primera charla masiva presentando la experiencia de cambio en el colegio Blest Gana y el panorama no ha cambiado. Continúan los mismos casos de éxito, los encuentros en grandes hoteles, las entidades y el bajo impacto para los 10 mil colegios chilenos.
Parece muy difícil que transformemos a los colegios a partir de pequeños proyectos. La inversión durante estos años en eventos y en prensa trae la conversación a lo público pero ya produjo acostumbramiento.
Hay muchos buenos programas de innovación tecnológica para la escuela: unos intervienen al interior de colegios pequeños con equipamiento y capacitación, otros son cursos masivos para profesores, externos a las escuelas y centrados en robótica, programación, herramientas maker y ahora inteligencia artificial.
Aunque son iniciativas valiosas para muchos profesores, estos programas no impactan con cambios profundos y sostenidos en los colegios involucrados ni menos en el resto del sistema.
Chile tiene 11 mil colegios, con 3 millones y medio de estudiantes (con 50 mil desescolarizados) y 260 mil docentes, en su mayoría, con mucha necesidad de apoyo y cambios urgentes.
Las tics no harán magia, para la magnitid del cambio que necesitamos (y lo decimos conscientes de nuestra idetidad en las tics). De hecho, la principal innovación no es tecnológica. Las tics ayudan mucho pero hace falta transformar la concepción de escuela y de los aprendizajes, el liderazgo de los equipos y las estrategias de aula. Centrarse solo en tics es como entrenar solo las piernas de los futbolistas o el brazo del tenista.
Debemos pasar de la innovación con tics a la transformación integral de los colegios, enfocados en 6 factores:
1. Que la escuela sea el lugar más entretenido. Crear un ambiente alegre y afectuoso en las escuelas, con celebraciones, ferias de cada asignatura, y con deportes, música y baile.
2. Asegurar que las clases se basen en estrategias activas de aprendizajes, que pongan a los estudiantes como protagonistas del aula.
3. Ampliar la adopción de las tecnologías a todas las asignaturas, para motivar los aprendizajes.
4. Formar a todos los profesores del colegio en tics y en estrategias activas.
5. Formar en educación emocional y cuidar la salud emocional de estudiantes y profesores.
6. Formar a los equipos directivos de cada colegio en liderazgo para movilizar estos cambios.
En el Blest Gana lo estamos haciendo con buenos resultados y financiado solo con la subvención pública.
Las fundaciones, universidades y gobiernos debieran sumar sus valiosas experiencias particulares y asociarse para transformar un primer grupo de 100 colegios medianos y grandes.
Estamos listos para colaborar con nuestra experiencia del Colegio Alberto Blest Gana.