Conozco a Herán Rojas desde los tiempos de la universidad y siempre estuvo preocupado tanto de la honestidad y la fidelidad a las convicciones, como de ponerle efectividad, calidad e innovación a todo lo que hacía. Es un verdadero gusto conocer su nombramiento en un ámbito tan crucial para el desarrollo de tantas comunidades y para la preservación de una parte importante de nuestra tradición:

El Mercurio
Hernán Rojas, Director Nacional de Indap
“Aspiramos a tener clase mundial”

ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ
La entidad apunta a lograr la certificación ISO 9001, que la dejaría a nivel de un país que aspira a ser potencia alimentaria, señala el directivo, quien anuncia fuertes cambios en su acción por la pequeña agricultura.

Sólo en los próximos días se conocerán anuncios concretos de la Presidenta Michelle Bachelet para la pequeña agricultura. Se sabe que en el ministerio del rubro trabajan en una propuesta contundente que, probablemente, apuntará al corazón de los problemas que tiene ese sector para que finalmente pueda subirse al carro de la globalización en el que compite Chile.

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En esta labor el Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, juega un rol fundamental, aunque hasta ahora su tarea es vista más como apoyo socioeconómico que como impulso real de desarrollo. Además, está en el ojo público por episodios de corrupción y acusaciones de intervención electoral.

Hernán Rojas, su nuevo director nacional, trae nuevos aires. Está decidido a convertir al Indap en una institución de nivel mundial y vestirla con un ropaje más técnico.

“Hasta ahora se apoyó a la agricultura familiar campesina en el fomento productivo. Se le puso a disposición créditos, apoyos a la inversión y asesorías técnicas. A partir de eso, ahora queremos caracterizar mejor dónde está, cómo está produciendo, cómo está transformando sus productos, cómo está comercializando, identificar los puntos críticos y, en función de esas restricciones, adaptar nuestros instrumentos y servicios”.

– ¿Qué medidas concretas se están tomando al interior de Indap con este fin?

– Aspiramos a convertirlo en una institución técnica de clase mundial, así de claro. Porque si Chile quiere estar entre los diez principales países exportadores de alimentos del mundo, y se plantea que la agricultura familiar campesina participe en el proceso de ser top ten, ésta tiene que estar en ese estándar y también la institución que la apoya.

– ¿Qué significará en términos concretos ser una institución de clase mundial?

– Vamos a identificar los procesos más importantes del servicio y se van a estandarizar, de manera que en todo Chile se hagan las cosas de la misma manera y no haya discrecionalidad. Como segunda medida, vamos a lanzar una propuesta de tener las agencias de área (oficinas locales) certificadas en ISO 9001, que es la certificación más importante que puede tener una institución de servicios. Es decir, van a tener estándar mundial.

– ¿En qué se traducirá eso?

– En lo interno, esta institución va a tener una relación regional muy potente y la constitución de los equipos apunta a tener la mejor gente para los distintos desafíos.

En la relación con los agricultores se van a uniformar los procesos. Van a tener certeza, tiempos de respuesta, información oportuna, capacidad técnica que lo va a atender, información disponible, un sistema informático en línea para apoyarlo en sus trámites, un registro de asesores técnicos del más alto nivel, certificado y acreditado para que pueda acceder a asesoría técnica. Vamos a asegurar que esta promesa que estoy anunciando tenga un timbre ISO 9001, que no lo pone Indap, sino una empresa externa.

– Hasta ahora un porcentaje ínfimo de campesinos exporta y lo normal es que lo haga como proveedor de una agroindustria. ¿Eso es lo máximo a lo que pueden aspirar?

– Aspiramos a que los campesinos puedan acceder a los mercados más dinámicos nacionales o internacionales. Todo lo que ayude a mejorar la situación en que están es bienvenido. Y esto es dinámico: si alguien está vendiendo a un mercado de exigencia uno y lo hace bien, ojalá que aspire a vender a otro de exigencia dos y ojalá tres. Nos interesa que tenga como perspectiva llegar a cualquier mercado y diferenciarse.

– Y en algún momento desprenderse de papá Indap…

– A nosotros nos interesa habilitar en todo sentido. Desde el punto de vista de ir generando niveles de autonomía suficientes para que los agricultores puedan desenvolverse solos. Por otra parte, aspiramos a que ellos puedan tener una relación horizontal con los que les compran sus productos.

Es y va a ser política de esta institución que la ayuda sea habilitadora para que se genere independencia. Mientras los campesinos lo necesiten el Estado los va a ayudar, pero el tipo de apoyo cambia porque las exigencias se complejizan. Vamos a tener una trazabilidad ciento por ciento de los proyectos. Cada productor tendrá su historia y yo no voy a tener ocho años a alguien aprendiendo a producir. Me voy a asegurar de que haya a lo menos un egreso de nivel. De hecho, hoy el que no paga los créditos no vuelve a tenerlos, lo mismo con la asesoría técnica, el agricultor la pierde si no asiste a capacitación.

– ¿En la nueva etapa se les dice adiós a los tan cuestionados bonos de cien mil pesos?

– Definitivamente, no estamos por la política de entregar recursos frescos. Queremos habilitar a los productores. Por ejemplo, nos hemos involucrado personalmente en la mesa del maíz, en la VI Región. ??ste es un tema que está en el centro de la forma en cómo queremos enfrentar los problemas. Vamos a elaborar un diagnóstico común con los maiceros y a determinar técnicamente quiénes y bajo qué circunstancias pueden seguir con el cultivo y quiénes deben abrirse a otras oportunidades. Para los que sigan, vamos a hacer un programa de asesoría técnica y de apoyo financiero. Para los otros haremos uno de reconversión de alto nivel, muy responsable, porque no queremos que el remedio sea peor que la enfermedad.

– El período presidencial de sólo cuatro años exige metas muy concretas.

– No vamos a partir de cero. Habrá cosas que se verán en cuatro años y otras después, pero lo responsable es hacer lo que haya que hacer. Por ejemplo, el gran énfasis es apostar a las personas; eso no necesariamente se verá de inmediato, ni tampoco convertir a Indap en una institución de clase mundial, pero hay una convicción del ministro y mía de que el mejor aporte que podemos hacer es tener una institución de ese nivel.

– Indap tiene fuertes detractores.

– Lamentablemente, por sucesos bien aislados, en general cerca de las elecciones, se empañaron grandes cosas que se estaban
realizando. No se puede generalizar que ésta es una institución corrupta, que se dedica a hacer política, que es paternalista o que hace mal las cosas. Estamos identificando los aspectos de riesgo para que no se den más.