El paradigma del ???agente transformador??? y la destreza de ???hacer historia???

La interpretación en que nos basamos no sólo hace correcciones a la interpretación predominante hasta ahora en el diseño de las políticas públicas para los jóvenes, sino que busca refundar los supuestos en que éstas se han basado hasta ahora. Proponemos una nueva forma de entender el fenómeno de la capacidad emprendedora, el cual se basa en una comprensión particular de los seres humanos, el conocimiento, la acción y el aprendizaje.

En esta oportunidad nos centramos en lo que consiste la capacidad emprendedora y no en cómo se hace para desarrollarla, aunque en un tema está implicado el otro.

Tomamos las categorías de ???agente de transformación (Varela y Flores 1994) y ???hacer historia??? (Flores, Spinosa y Dreyfus 1997) para introducir este nuevo entendimiento teórico y práctico del fenómeno de emprendimiento. Estas categorías devuelven a su lugar las capacidades del emprendedor en los negocios, porque distinguen las especificidades del trabajo político sociales y de cultivo de solidaridad en una comunidad. Pero, al mismo tiempo, también descubren las facultades universales que todo ser humano posee para desarrollarse como un empresario emprendedor, un líder político o un agente cultural que recrea la solidaridad con el ???nosotros??? de la comunidad. Además, esta interpretación trae la ambición de la capacidad emprendedora como una capacidad no sólo de construir un negocio o una organización, sino de transformación mayor de la cultura de determinada comunidad:

???Las prácticas emprendedoras, las de los ciudadanos comprometidos y las del cultivo de la solidaridad se fundamentan y se integran, en definitiva, en una destreza crucial??? hacer-historia ??? Sólo cuando algo cambia el modo en que nos entendemos a nosotros mismos y nuestro vínculo con las cosas, surge lo que denominamos hacer-historia ??? En esto consiste un cambio cultural, pues modifica nuestras emociones fundamentales no reflexivas??? A ese cambio se llega a través de un ciclo que se inicia a partir de una emoción no reflexiva que, luego, se enfrenta a una serie de acciones, hechos y discusiones públicas y por fin, deriva en una nueva emoción no reflexiva, que se internaliza en una nueva visión del mundo compartida por mucha gente. A este cambio medular de percepción lo llamamos hacer historia???. [la persona que posee la práctica de hacer historia es] una persona que puede observarse constantemente y mirar el mundo como una experiencia diferente y nueva, con capacidad de asombro y maravilla??? (Abrir nuevos mundos. Iniciativa empresarial, acción democrática y solidaridad. Flores Fernando, Spinosa Charles y Dreyfus Hubert L. Taurus 2000 (MIT Press 1997) Pg. 24-25 y 23.).

Entender al emprendedor como ???agente transformador??? nos trae una ambición nueva al pensar las políticas de emprendimiento, porque es otra la inspiración y el foco de una intervención si consideramos lo que lo caracteriza en sus competencias y predisposiciones:

???Agente transformador es aquella persona que está en contacto con una sensibilidad histórica de los espacios sociales y sus prácticas, que es de donde surge la identidad de las personas y las cosas. El agente transformador sabe que en el mundo de la hora presente siempre hay flujo y movimiento y que es posible aprovechar ese flujo para desplazar poderes y proponer productos, servicios y ofertas nuevas. No le preocupa no saber ??? se conduce con prudencia y sabe cómo contactar y fundar redes de gente que le aporten las capacidades necesarias para llevar a buen fin un proyecto: trabaja en equipo, los moviliza y los forma. Tiene una sensibilidad atenta a las situaciones de ruptura y las aprovecha como posibilidades de atracción a los demás por el futuro que sabe proponer, un futuro destinado a hacer la vida más significativa para él y los otros. Se nutre espontáneamente en la vida comunitaria. Considera la innovación como un fenómeno asociado al trabajo y no como un rayo que desciende de las élites. Se autoimpone el compromiso de aunar voluntades y sabe aceptar la disidencia y el conflicto con espíritu positivo: reconoce en ellos la variedad de la vida humana, componentes indispensables para llegar a una resonancia y no a la unificación hegemónica??? (Educación y Transformación. Preparemos a Chile para el Siglo XXI, Flores L. Fernando y Varela G. Francisco J. 1994. (publicado en: www.elclub.net) Pg. 9.).

Esta distinción tiene consecuencias profundas para el diseño y la implantación de políticas que más adelante señalamos, porque trae una ambición mayor al imaginar una política en este ámbito, cambia el foco de las intervenciones, pero también obliga a incluir una reflexión en torno del propio enfoque de los diseñadores y los ejecutores de políticas. Es un consenso aceptado que las políticas están teñidas por la mirada de los diseñadores y ejecutores, y a vista de las políticas desarrolladas hasta ahora, podemos inferir que el enfoque utilizado en las políticas necesita una transformación, lo cual implica una transformación de aquellos, la cual incluye obviamente cambio en su sensibilidad y en su práctica Con nuestra explicación de la naturaleza del fenómeno emprendedor esperamos que este planteamiento se haga más claro.

Para comprender la profundidad de la diferencia de esta perspectiva es necesario hacer un esfuerzo de sensibilidad al trasfondo en que se fundan las interpretaciones corrientes en que se han desarrollado las políticas de emprendimiento hasta ahora y el trasfondo en que basamos nuestra interpretación. No se trata sólo de un problema técnico sino de cómo se entiende el desarrollo de las competencias humanas, y en el fondo un entendimiento básico de los seres humanos. Nos referimos a la interpretación desarrollada por los autores F. Flores, C. Spinosa y H. Dreyfus (FSD), que basan su trabajo en la tradición de la fenomenología, en especial, en autores como Heidegger y Merleau-Pontycomo (Abrir nuevos mundos??? Pg. 25) y en el caso de F. Varela, el resultado de sus famosos trabajos en biología del conocimiento. Ambas líneas de trabajo cuentan con una vasta experiencia práctica de trabajo educativo en organizaciones de diversa naturaleza.

Esta interpretación del emprendedor como un ???agente de transformación???, que tiene como destreza central la práctica del ???hacer-historia???, destapa el misterio de las capacidad emprendedora como resultado de la herencia genética y del azar, o la ilusión racionalista de la habilidad para manejar información y procedimientos, revelando las competencias básicas, habilidades, sensibilidades y predisposiciones humanas, las cuales están presentes en todo ser humano por el hecho de serlo.

Esta interpretación nos permite hacer las siguientes afirmaciones en relación a la naturaleza de dicha capacidad y su desarrollo:

Toda persona puede ser emprendedora: la capacidad emprendedora es innata pero está presente en todo ser humano, por el hecho de serlo. La capacidad emprendedora responde a la naturaleza de los seres humanos, los cuales están conformados por un cuerpo, lenguaje y viven inmersos en una historia. Sin embargo, es evidente que distintas personas tienen distintas competencias emprendedoras. Esto sucede porque diversas culturas promueven o impiden el desarrollo pleno de estas capacidades. Pero, como explicaremos, sí se puede enseñar, si entendemos que se enseña no como un conocimiento sino como un ???estilo???, como una manera de ser, hacer e interpretar.

La capacidad emprendedora no es ???intelectual???: la capacidad emprendedora se encarna en prácticas, emociones e interpretaciones, no es un fenómeno principalmente intelectual, ni de capacidad de manejar información o disciplinas científicas de gestión. Fundamentalmente, la diferencia la da una predisposición emocional a comprometerse con ciertas preocupaciones o insatisfacciones humanas, la sensibilidad a las tradiciones y lo que no funciona en ellas, y la invención de alternativas que solucionen dichas insatisfacciones, pero no inventadas de la nada, sino a partir de la sensibilidad a otras culturas y otros espacios.

En síntesis, se trata de sensibilidad y predisposición a consagrarse con ciertas anomalías hasta sacar adelante alguna alternativa. Toda invención ocurre en una tradición o de varias tradiciones, no se inventa de la nada, las ideas geniales no nacen de mentes ???inteligentes??? ni de la abundante ???información??? sino de la sensibilidad a las preocupaciones humanas, las tradiciones en que se desenvuelven las personas y la predisposición a consagrarse con un profundo compromiso en la búsqueda de soluciones a los problemas de las personas.

Esta sensibilidad y predisposición abren la posibilidad no sólo de encontrar soluciones, sino de encontrar las tensiones no resueltas en la vida de las personas que permiten ???reinterpretar??? en forma radical las situaciones, como el cambio de un paradigma científico a otro, como la reinvención de la informática como maquinas de cálculos científicos a imprescindibles herramientas personales de comunicación o lograr la aceptación de igualdad de derechos ciudadanos en Estados Unidos para los afroamericanos a partir de la valoración de la tradición igualitaria fundacional de esa nación. En todos estos casos estamos hablando de ???hacer-historia???, como la capacidad de operar un cambio cultural en una comunidad en parte importante de la humanidad, un cambio en la manera en que las personas entienden las cosas, las situaciones y a sí mismas (Para FSD el compromiso como predisposición y la sensibilidad a las tensiones y anomalías en la cultura de las comunidades son centrales a la hora de ???hacer-historia???, se trate del ámbito empresarial, político o cultural. Ver Abrir nuevos mundos??? Capítulo 1, Estructura Ontológica del Hacer-Historia. Pg. 49.).

La capacidad emprendedora se expresa en hábitos: la capacidad emprendedora se desarrolla como hábitos que se imponen sobre otros hábitos aprendidos con anterioridad. Lo que reconocemos como manifestación del carácter son ciertos hábitos que se expresan, pero que pueden ser reemplazados por otros hábitos o fortalecidos, según de cuáles se trate. Los hábitos no sólo son hábitos ???corporales??? físicamente observables, también hay hábitos emocionales e interpretativos. Hubert Dreyfus, siguiendo a Heidegger, hace un análisis de cómo ocurren los procesos humanos superando la interpretación psicológica del carácter y de los procesos mentales, poniendo el foco en las prácticas en que los seres humanos se socializan. Muestra como las personas actúan (se mueven, hablan, piensan y sienten) desde los hábitos en que se socializan y no basados en reglas o argumentos lógicos, ni menos como expresión de algún substrato mental individual, único y original (Ser-en-el-Mundo. Comentario a la División I de Ser y tiempo de Martin Heidegger. Dreyfus L. Hubert. Editorial Cuatro Vientos 1996 (MIT Press 1991) Pg. 18 y 51.).

Este punto, que puede parecer meramente teórico, es clave para definir el foco de las políticas y el estilo de las intervenciones en las personas, porque nos trae la necesidad de decidir entre producir planes para informar o planes para desarrollar hábitos, sean éstos, mentales o corporales; debemos decidir entre considerar a la gente como compuesta por una personalidad determinada o como una expresión dinámica de hábitos en que es pertinente intervenir.

La capacidad emprendedora surge en un espacio social: la capacidad emprendedora, si bien se reconoce en ciertas personas individuales, responde a un contexto, a un ???espacio??? social que está organizado por un estilo determinado que lo permite:

???El estilo actúa como base para los hábitos que se conservan y también, para desarrollar nuevas prácticas. El estilo constituye el fundamento de lo que le da sentido a la actividad humana, con la especial coordinación de acciones que implica, abre un espacio de aperutra ??? Al desarrollarse un estilo, diferentes prácticas tendrán sentido y se volverán dominantes, mientras otras se subordinarán o serán ignoradas ??? Un estilo gobierna el modo en que cada cosa se revela como lo que específicamente es, incluyendo a niños y adultos, pues los nacidos en cualquier cultura se configuran por el estilo de aquella a la que pertenecen ??? El estilo de cualquier cultura particular genera prácticas que se transfieren de una situación a otra. Cuando la gente las cambia de modo sustancial, lo hace a partir del estilo que ya poseía; y las personas que son particularmente sensibles al estilo, en el dominio que sea, son particularmente aptas para hacer tales ajustes. ??sta es la característica que nos permite ver maestría en lo que hace??? (Abrir nuevos mundos??? Pg. 55-57).

Esto es importante porque tanto el desarrollo de destrezas emprendedoras como la capacidad emprendedora misma tienen en el centro esta noción de estilo. Porque, como antes señalamos, la capacidad emprendedora no es un mero conocimiento o acumulación de reglas y técnicas, sino una sensibilidad y una predisposición, esto hace mención a un determinado estilo en que se desenvuelve el emprendedor. Por lo tanto, si queremos desarrollar capacidad emprendedora, no sólo se trata de educar o capacitar a un idividuo, sino de buscar desarrollar el estilo emprendedor en el espacio en que se muevan las personas que nos interesan. Pero además, la misma capacidad emprendedora en una parte importante se basa en la sensibilidad a los estilos culturales, porque de esa manera el emprendedor es capaz de anticipar tendencias, observar anomalía y hacer ofertas radicales que ???hacen-historia???.

Volver a: 1 – Pasar a: 3