quepasa. En un año, la cubana Yoani Sánchez ha pasado desde el más completo anonimato a la más absoluta celebridad. Todo comenzó cuando se puso a escribir un blog sobre la vida en La Habana, uno cuyos ingeniosos posteos comenzaron a dar cuenta de las innumerables grietas del régimen castrista. Por estos días, más de un millón de personas lee mensualmente a Sánchez, quien ganó el Premio Ortega y Gasset y ahora, en una polémica decisión, ha sido destacada por la revista Time como uno de los 100 personajes más influyentes. Aquí, una selección con lo mejor de su blog (en YouTube).
Sobre sí misma
“Al terminar la universidad (Filología Hispánica) había comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta cultura me repugnaba y, la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga (…) En septiembre del 2000 me fui a trabajar a una oscura oficina de la Editorial Gente Nueva, mientras arribaba al convencimiento de que con el salario legal no podría mantener a mi familia. (…) En el 2002, el desencanto y la asfixia económica me llevaron a la emigración en Suiza, de donde regresé -por motivos familiares y contra la opinión de amigos y conocidos- en el verano del 2004.
“En esos años descubrí la profesión que me acompaña hasta hoy: la informática. Me di cuenta que el código binario era más transparente que la rebuscada intelectualidad y que si nunca se me había dado bien el latín al menos podría probar con las largas cadenas del lenguaje html. En abril de 2007 me enredé en la aventura de tener un blog llamado Generación Y, que he definido como “un ejercicio de cobardía”, pues me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico.
“Generación Y es un blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una y griega. Nacidos en la Cuba de los años 70 y 80, marcados por las escuelas de campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración. Así que invito especialmente a Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky y otros que arrastran sus y griegas a que me lean y me escriban”.
21 de mayo 2007
“Esta semana hacemos una terapia anti-televisión en nuestra casa. Empezamos gradualmente y estamos ahora en la etapa de encender al “gordito autosuficiente” pero no subirle el volumen. Es interesantísimo lo que se logra. Ante nuestros ojos pasan imágenes, que, de tan predecibles, la propia imaginación les pone voz y sonido. Si sale un campo sembrado, oigo dentro de mí a un conocido locutor que anuncia un sobrecumplimiento de la producción de papas. Si, en su lugar, lo que vemos son imágenes de personas vestidas con batas blancas, entonces inmediatamente emerge en mi mente el discurso sobre los médicos cubanos que brindan sus servicios en Bolivia o Venezuela.
“Lo que nunca ocurre es que al mirar, en mute, uno de esos reportajes, surja de mí algo cotidiano y realista que se parezca a lo que oigo en la calle. Nuestra pantalla chica nos muestra “lo que debimos haber sido” o, peor aún, “lo que debemos creer que somos”.
12 de julio 2007
“En cuál recodo de estos años se quedó el pan de mi infancia, con cuya masa podía formar muñequitos y hacer bolitas. Nadie va a convencerme de que este producto ingrávido, que apenas pesa, blancuzco, destructor de las encías y productor de una boronilla arenosa y seca que ensucia la ropa, es un pan. Dónde quedó el pan macizo, que al comer una rodaja uno se sentía lleno, que se podía mojar con los frijoles negros y embadurnar de mantequilla, sin el temor que se partiera en pedazos como le ocurre a esta piedra de siforé (piedra pómez) que acabo de comprar”.
13 de septiembre 2007
“Desde hace algún tiempo los muchachos de secundaria no pueden ir a almorzar a sus casas. La medida busca erradicar las diferencias entre los que tienen un buen almuerzo que les espera y los que tienen menos o casi nada. También se trata de evitar que deambulen por las calles y cometan delitos.
“Con el nuevo sistema, a mediodía cada estudiante recibe un pan con alguna proteína y un vaso de yogurt. A esa edad, tan reducida porción sólo hace despertar la fiera del apetito y ponerla a rugir durante los próximos turnos de clases. De manera que desde las 12.20 comienzan a acercarse a la reja que circunda la escuela, los padres con “pozuelos”, pomos y cubiertos, para reforzar la alimentación de sus hijos. En algunos centros escolares han prohibido esta práctica de llevarles comida a los alumnos y en otros han anunciado que los jóvenes deben traer -desde por la mañana- lo que van a almorzar.
“Cada día, de manera un tanto sigilosa, me aproximo a la secundaria y paso a través de la cerca la “jabita” con el necesario refuerzo. Noto que hay muchos padres afuera que hacen lo mismo, pero también que una buena parte de los niños no reciben la ración adicional. En fin, que tratando de eliminar diferencias se ha creado otra tan evidente, tan visible y dolorosa, que me pregunto si no sería mejor flexibilizar dicha medida y permitir que los jóvenes almuercen en sus casas mientras se garantiza una comida digna para los que se quedan en la escuela”.
5 de octubre 2007
“Vaya forma que tenemos los cubanos de enterarnos de lo que pasa. Hemos aprendido a leer entre líneas, a sospechar de cada información y a dudar de lo que dicen esos señores de traje y corbata que hablan en los noticieros. Cuando aparece un titular que anuncia “se restablece el servicio de…” se están dando dos noticias en una: la que nunca se hizo pública de que “no estaba funcionando”, y la de que ahora “vuelve a hacerlo”.
“(…) Vimos cómo la delegación cubana ante la ONU se levantaba de sus asientos durante el discurso de Bush, pero las palabras de éste nunca fueron transmitidas. (…) El pasado mes de enero leímos en Granma una críptica declaración de la UNEAC, hablando de cierta polémica intelectual que nunca se hizo pública en los medios. Ayer mismo vimos en la pantalla al ministro de Exteriores de Bolivia exigiéndole al embajador norteamericano que se retracte de unas declaraciones que jamás conocimos.
“De medias verdades, noticias castradas y silencios están llenas las páginas y minutos de nuestros noticiarios. (…) Con una buena parte de rumor, otra de intuición y pocas confirmaciones, los cubanos vamos construyendo nuestras informaciones y referencias: ¡ya se puede imaginar lo que sale de ahí!”
13 de octubre 2007
“A todos los amigos que por estos días me han escrito desde tantos lugares -Ecuador, Argentina, Venezuela, Chile, Estados Unidos, España, Italia, Francia, Brasil, Suecia, Alemania, Inglaterra y hasta China- motivados por la nota de Reuters o porque encontraron el atajo a Generación Y, les doy unas sonadas GRACIAS. Me voy a demorar un poco en procesar y responder cada mensaje recibido, así que adelanto algunas respuestas generales a las preguntas más comunes que me hacen:
“¿He tenido alguna represalia por escribir Generación Y? Por este hecho, en específico, no. Las “represalias” que me llegan son las mismas que enfrentan todos los cubanos que viven aquí (el casi nulo o limitadísimo acceso a internet, la dualidad monetaria que nos aleja de algunos servicios como los de un cibercafé, la paranoia siempre presente a que algo así sea demasiado riesgoso, y el desencanto que genera la interrogante del ¿para qué?). Fuera de eso, todavía no me han “enseñado los instrumentos”… por el momento.
“¿Cómo coloco cada post? Amigos, responder eso con total sinceridad sería “quemar las naves”, hacer cenizas los caminos que aún me quedan. Sólo puedo decirles que lo hago, la mayoría de las veces, en los pocos sitios públicos que permiten un acceso a Internet. Se trata de utilizar los resquicios que deja el sistema, de transitar por la delgada línea de la legalidad-ilegalidad. El resto se lo pueden imaginar ¿verdad?”.
15 de octubre 2007
“Me prometí no dejarme molestar por los resultados de cierto estudio realizado por científicos estadounidenses y otros de la Universidad de Cienfuegos, sobre los positivos efectos que generó el Período Especial en nuestra salud física. Como las estadísticas pueden demostrar cualquier cosa, no vale la pena arremeter contra la falsedad o no de los bajos índices de colesterol encontrados en nuestras arterias. Pero al mirarme en el espejo y comprobar, a vuelo de pájaro, la evidente secuela en el peso y la talla que me dejaron esos años duros, no puedo contenerme.
“Mi generación vivió la pubertad marcada por el “no hay” y soñando con las latas de leche condensada y las conservas búlgaras de los idealizados años 80. Nos reuníamos para hablar de comida, mientras devorábamos cucharadas de azúcar y algún que otro engendro -de dudoso origen- que nuestros padres preparaban con un montón de sacrificios. La comida se convirtió en una obsesión, que todavía nos marca.
“Resulta demasiado superficial un estudio que se dedique a medir, solamente, la poca presencia de grasa en nuestro organismo. Quién va a contabilizar entonces los desequilibrios mentales generados por las privaciones, los suicidios, las escapadas en balsas improvisadas para huir del plato casi vacío, los proyectos personales y profesionales que se quedaron sin concluir, los niños que no nacieron, la frustración y esta compulsión a acaparar, a no dejar pasar nada que podamos meternos en la boca, que todavía tenemos”.
27 de octubre 2007
“Los cubanos nos estamos preparando para la engordada cifra de crecimiento del PIB que se nos anunciará a finales de este año. Sin habernos tragado -todavía- el 12,5% que se hizo público al concluir el 2006, ya estamos alucinando con el “numerazo” que se informará en diciembre. Si esta vez llegamos hasta el incómodo “trece”, sí que habrá material para alimentar una catarata de chistes durante todo el 2008″.
24 de diciembre 2007
“A los que afirman -bajo la impunidad de un seudónimo- que soy del G2, quiero aclararles que muy pocos en Cuba lo siguen llamando así. Ahora le decimos “la seguridá”, “el Aparato”, “la maquinaria”, “el Armagedón”, “la trituradora”, “los muchachos” o solamente “ellos”. Si alguien le preguntara a un joven: “Oye, ¿tú sabes qué cosa es el G2?”, quizás respondería que se trata de un grupo de rock o de una marca de zapatos”.
19 de febrero 2008
“Toda mi vida la he pasado con el mismo presidente. No sólo yo, sino que mi mamá y mi papá -nacidos en el 57 y en el 54, respectivamente- tampoco recuerdan a otro, que no sea el que hoy se ha despedido de sus cargos.
“(…) alcanzo a darme cuenta que hoy se ha cerrado un ciclo. Vale preguntarse si el nuevo que se abre llevará nuestros nombres, tomará el curso de nuestros deseos o durará otros cincuenta años”.
18 de marzo 2008
“La lectura de las páginas de este guantanamero, profesor de matemáticas (N. de la R.: se refiere a Ángel Pérez Cuza, autor de Ternera macho y otros absurdos), me ha hecho recordar un anécdota de hace más de veinte años. Viajaba yo en la locomotora soviética que manejaba mi padre, por allá por los ochenta. Desde el asiento del conductor vi algo que se movía sobre la línea, a un centenar de metros por delante. Era una vaca, amarrada de forma tal que sólo la cabeza quedaba a merced del tren. El animal mugía e intentaba soltarse, sin lograrlo. Con mis cándidos diez años le grite a mi papá: “¡Para! ¡Hay una vaca trabada en la línea!”. Pero un tren con treinta vagones de carga no se detiene tan fácilmente y mucho menos por un animal. Mi padre, con esa serenidad del que ha visto cosas peores sobre el camino de hierro, me explicó: “No te preocupes, lo propios dueños las amarran para que el tren las mate y podérselas comer; sólo cuando yo las arrollo ellos pueden disfrutar de su carne”. Unos segundos después el golpe seco me confirmó que el sacrificio se había efectuado. Al mirar por la ventanilla alcancé a ver un tropel de guajiros sonrientes que corrían hacia el cadáver”.
24 de marzo 2008
“Confieso que me ha dado por portarme mal. Me rebelo ante las órdenes, busco limones que no aparecen, exijo disculpas que nunca llegan y, gran majadería, pongo mis opiniones en un blog -con foto y nombre incluidos-. Como ven, con estos 32 años tan impertinentes ya me viene tocando un correctivo.
“Así que los anónimos censores de nuestro famélico ciberespacio han querido encerrarme en el cuarto, apagarme la luz y no dejar entrar a los amigos. Eso, convertido al lenguaje de la red, quiere decir bloquearme el sitio, filtrar mi página, en fin, “pinchar” el blog para que mis compatriotas no puedan leerlo. Desde hace un par de días, Generación Y es sólo un mensaje de error en la pantalla de muchas computadoras cubanas. Otro sitio bloqueado para los “monitoreados” internautas de la isla”.
8 de abril 2008
“Generación Y ha superado en marzo los cuatro millones de hits. El astronómico numerito se ha logrado gracias a los comentaristas que han hecho de este blog un foro de discusión; a los visitantes ocasionales que aportan combustible para la polémica; incluso, a la “colaboración” de los muchachos de la Brigada de Respuesta Cibernética (BRC) que intentan colapsar el sitio con “corta y pega” o agregarle su dosis de “chancleta de palo y piso de tierra” al debate.
“Cada cual que lo celebre a su manera. A los foreros, lamento decirles que la festividad no incluye días feriados… hay que seguir en el debate. Mientras que los muchachos asignados para pegar anuncios porno, insultos y todo tipo de sandeces, siento mucho si las estadísticas terminan por ocasionarles una amonestación o el despido laboral”.
2 de mayo 2008
“Elsa se ha comprado un nuevo DVD-player y una olla de presión eléctrica, pero su marido le advierte que debe esperar un poco para abrirse una línea de móvil. Él, que ha visto cosas que estremecen, recuerda todavía la última “operación maceta” de los años noventa. En esa ocasión a su hermana la acusaron de enriquecimiento ilícito y le confiscaron dos aires acondicionados, un carro y algunos electrodomésticos. Por eso, le aconseja a su mujer que no se deje llevar por el entusiasmo del consumo, generado por las últimas medidas aprobadas por el gobierno.
“En su paranoia, el matrimonio especula sobre supuestas listas con los nombres de quienes compran los nuevos artículos aparecidos en el mercado. Por sí o por no, Elsa ha puesto cada nuevo objeto a nombre de un miembro diferente de la familia. Así la niña de siete años es legalmente la dueña de la olla, mientras que el varón -de doce- ostenta el título de propietario del DVD. El abuelo, que apenas oye, será el que aparezca en el contrato del celular, si se deciden a tenerlo”.
3 de mayo 2008
“Junto a noventa y nueve famosos me ha puesto la revista Time en su lista de personas influyentes del 2008. A mí, que nunca me he subido a un escenario, ni a una tribuna y que mis propios vecinos no saben si “Yoani” se escribe con “h” intermedia o con “s” final. Para más sorpresa, estoy en el acápite de “Héroes y pioneros”, aunque preferiría la simple categoría de “ciudadano”.
“De los innumerables caminos para llegar a ese célebre listado, creo haber transitado por el más inusual. Ese que no va apuntalado con poder económico, carisma ante las cámaras, control político o ascendencia religiosa. Sencillamente me dediqué a contar mi realidad desde el distorsionado foco de las emociones y las interrogantes. Llegué a creerme que la voz de un individuo puede empujar los muros, oponerse a las consignas y desteñir los mitos. Ahora la vanidad sólo me alcanza para imaginar que los otros inscritos se estarán preguntando ¿quién es esa desconocida blogger cubana que nos acompaña?”.