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free

Noticias Febrero 17, 2008

Todo gratis

El autor de "The Long Tail" ataca de nuevo

Quepasa. Chris Anderson, editor de la revista Wired, se las trae. Después de convertirse en best seller el 2006 con "The Long Tail" -que detalla el modelo de negocios que está imponiendo internet-, regresa al ruedo con un nuevo libro: "Free". Allí explica por qué el concepto de "todo gratis" cambiará la economía y generará fortunas para las compañías que se las ingenian para regalar sus servicios a los consumidores. Regla que, según él, funcionará tanto para las compañías dentro como fuera de la red. Por Luis Argandoña

Pagar por un producto, sobre todo si el precio es muy alto, activa un centro de dolor en el cerebro. Al menos así lo ha descrito el neuromarketing. Por el contrario, no hay como el placer de recibir algo gratis. A todo el mundo le encantan los "lleve dos, pague uno", hacemos cola para recibir muestras gratis en el supermercado y somos felices con el regalo promocional al comprar un auto o un televisor.

Dar cosas gratis como gancho de otra no es nada nuevo. Sin embargo, hoy el avance tecnológico y la forma en que la lógica del mundo digital permea nuestra economía hacen que regalar productos y servicios se convierta en un modelo de negocio no sólo viable, sino muy lucrativo. Incluso no únicamente en internet, sino que en otras industrias off-line.

Esta es la idea central del nuevo libro de Chris Anderson: "Free, past and future of a radical price". Anderson, editor de la revista Wired, se hizo mundialmente famoso el 2006 por su best seller "The Long Tail: por qué el futuro de los negocios es vender más de menos". Con Amazon como ícono de este fenómeno, "The Long Tail" explicaba cómo ahora, con la infinita capacidad de almacenar y distribuir vía internet, la suma de los productos de nicho puede ser mucho más relevante que las grandes ventas de los superhits.

Aunque en rigor aún no se ha publicado -ni siquiera lo ha terminado de escribir-, Anderson ya ha promocionado "Free" en sus últimas giras. Y sus ideas, que siguen en la línea del impacto que el mundo web tiene en la forma de hacer negocios, están generando un intenso debate.

Abrazar la abundancia

Anderson observa que el costo de tecnologías digitales como procesadores, memoria y ancho de banda -antes prohibitivo- ha caído hasta ser casi insignificante. "Si antes eran cosas que había que cuidar y preservar, ahora es algo que puedes derrochar", señala.
Pero este derroche no sólo es posible, sino que necesario, advierte. Si el insumo que define un servicio se vuelve suficientemente barato o abundante, las empresas que lo brindan están obligadas a repensar su negocio. Así, sugiere Anderson, "cuando algo que antes era caro baja su precio de manera constante, debes tratarlo como si fuera gratis y, regalándolo a los usuarios, buscar la manera de generar ingresos vendiendo otra cosa en torno a ello".

Esta lógica hizo posible a YouTube que, derrochando ancho de banda, "está revolucionando -y posiblemente destruyendo- la industria tradicional de la televisión", según Anderson. Lo mismo ocurre con Skype, que con su oferta de telefonía gratis está socavando la industria de las telecomunicaciones.

La capacidad de almacenamiento en internet es otro ejemplo. Hotmail lanzó dos megas gratis cuando un giga costaba 100 dólares. Pocos años después, en 2003, Gmail ofreció 1 giga gratis cuando éste costaba 1 dólar. Ahora YahooMail ofrece almacenaje infinito.
Esto implica un gigantesco cambio, desde operar en la economía de la escasez a abrazar la economía de la abundancia. "Y cuando bajas la barrera de entrada a nada, o casi nada, incrementas exponencialmente la participación", señala Anderson. Porque con ello es posible armar modelos de negocio basados en publicidad, en tanto el costo de distribuir información (copiarla, reproducirla, compartirla) es casi inexistente.

La industria de la música sufrió una traumática metamorfosis a causa de esto, y está pasando del negocio del CD -cada vez menos demandado- al de los conciertos en vivo. Las canciones se convierten en "muestras gratis". Anderson indica que "los sellos musicales regalarán cada vez más la música como promoción para los conciertos de sus artistas". El cantante británico Prince, por citar un caso, distribuyó gratis su último álbum junto a un diario y el grupo Radiohead permitió descargar el suyo vía internet al precio que cada uno quisiera, incluyendo $ 0.

En un entorno donde el valor percibido de buena parte del contenido online -noticias, canciones, videos, juegos, etc.- también se aproxima a cero, las empresas y medios que insisten en cobrar absurdamente por lo que hay en abundancia sufren enormes pérdidas y arriesgan su desaparición.

Las nuevas monedas de cambio

Todas las industrias que entran en contacto con internet -y cada vez son menos las que no- se transforman profundamente porque la web es abundancia. Pero, como recuerda Anderson, toda nueva abundancia crea una nueva escasez. ¿Qué es lo limitado hoy? Fuera de las restricciones clásicas de tiempo y dinero, en esta economía la verdadera limitación es la atención y la reputación. Y éstos son, por supuesto, dos recursos transables, afirma el autor.

¿Cómo operan los negocios con estos recursos, entregando cosas gratis? Dar cosas sin cobrar es el modelo dominante hoy en internet. Gratis no implica, claro, que no hay dinero involucrado. "El punto es desde dónde viene el dinero. Los productos de Google son gratis para el consumidor, pero Google recibe miles de millones de los avisadores", señala.

Esto, ciertamente, no es muy distinto al modelo tradicional de los medios. Pero cada vez más se experimenta con estrategias distintas. Como, por ejemplo, invertir el modelo clásico de los perfumes: dar una muestra gratis ínfima y vender el 99% restante. En internet es lo opuesto: "Es tan barato ofrecer servicios online, que no importa que el 99% de tus clientes use la versión gratuita de tu producto, mientras que el 1% pague por la versión premium. Después de todo, el 1% de un gran número es también un número grande", razona Anderson.

Skype funciona con este esquema: telefonía gratis de computador a computador, pero con una pequeña pero significativa proporción de gente dispuesta a pagar por llamadas desde computador a teléfono.

Por otro lado, advierte Anderson, no hay que despreciar la "economía de la generosidad" (la gift economy). Es un modelo que hoy crece muy rápido, basado en la enorme -e inesperada- cantidad de personas que, provistas de la plataforma adecuada, escriben o hacen aplicaciones a cambio de incentivos no monetarios: reputación, expresión, atención. Ahí están Wikipedia, los blogs, la gente que hace software de código abierto o la que llena de contenidos sitios como Facebook.

Gratis en el "mundo real"

Quizás lo más interesante de la propuesta de Anderson es que su impacto no se limita al ámbito digital. También observa oportunidades para redefinir mercados off-line, regalando algunas cosas para vender otras. Para ello utiliza el ejemplo de las líneas aéreas de bajo costo en Europa, como RyanAir o EasyJet, que permiten cruzar el continente por cinco libras ($ 5 mil). ¿Cómo lo hacen? "Redefiniendo el negocio en que están. No venden asientos. Venden transporte", explica. Y agrega: "Venden reservaciones de hoteles y rent a car. Venden turistas a las pequeñas ciudades donde operan, recibiendo como pago enormes descuentos en tarifas aeroportuarias. Venden envío de carga, razón por la que cobran a los pasajeros por equipaje extra. Incluso venden comida y bebidas a bordo". Eso, sin contar que todo su sistema de ventas y atención al cliente es vía web.

"Lo gratis tiene el poder de tentar y capturar tu atención, sobre todo cuando de verdad parece mágico. Y, créanme, un viaje a través de Europa por 5 libras es indistinguible de la magia", asegura Anderson.

Pero no es el único ejemplo que el editor de Wired colecciona para su libro. También están las pizzas gratis, que se financian con la publicidad de la caja. O automóviles eléctricos gratis, en los que se paga por la electricidad, no por el auto. Algo así como los teléfonos móviles que las compañías "regalan" a cambio de atrapar con un contrato de minutos. Los autos gratis tienen sentido si, como afirma el promotor del modelo, Shai Agassi -un experto en tecnología de Silicon Valley-, "el costo promedio de un auto usado en Europa es ahora más barato que la gasolina necesaria para manejarlo durante un año". En todo caso, lejos el ejemplo off-line más extraño con que Anderson se ha topado es el de un burdel en Praga, llamado Big Sister. El negocio ofrece prostitutas gratis -elegidas desde un menú tipo touch screen-, a cambio de que los clientes permitan ser grabados en videos y puestos en la web. "Desde el 2005, más de 15 mil hombres han aceptado la oferta", señala una nota en el Huffington Post.

"Free", el nuevo libro de Chris Anderson, pone la mirada en una tendencia cada vez más gravitante en el mercado. Obliga a las compañías a repensar creativamente sus negocios, utilizando los recursos de la nueva economía de la abundancia. Como escribió en el especial "El mundo en 2008" de The Economist, los innovadores debieran adoptar el lema: "Sé el primero en regalar aquello por lo que otros cobran". Y como él mismo dice, "si escuchas a la tecnología, tiene sentido".

 

 

Noticias Enero 27, 2008

Last.Fm, más de 3 millones de canciones gratis

emol. Acceso legal y sin costo a millones de pistas es la apuesta del sitio www.last.fm. Este nuevo servicio de música online ya en marcha permite escuchar gratuitamente una canción hasta tres veces. Después de que se cumpla el límite, los usuarios son derivados a páginas como iTunes, Amazon o 7Digital por si desean comprar el tema. (mi last.fm).
Last.FM firmó un acuerdo con Universal, Sony, Warner y EMI, las que controlan el mercado musical. Además, a los artistas "linkeados" en el sitio se les pagará cada vez que su canción sea reproducida.

El anuncio promete, luego de que un informe elaborado por la Federación Internacional de Productores Fonográficos confirmara que el negocio de la música digital aumentó un 40% en el año 2007.

El documento publicado el pasado jueves también reveló que por una canción descargada legalmente se bajaron 20 en forma ilícita.

Ayer, sin embargo, Jean-Bernard Lévy, jefe del consorcio mediático Vivendi, al que pertenece la discográfica Universal, aseguró que el CD no morirá. En el MIDEN, la feria mundial de la música que comenzó este fin de semana en Cannes, los dichos de Lévy fueron potentes: "Gran cantidad de personas seguirán comprando un producto que se pueda palpar".

Si bien la venta de música a través de internet y de teléfono móvil va en aumento, Lévy dijo que el negocio de los CDs también puede crecer con un poco de creatividad.

Muchos CDs hoy incluyen fotos y letras de las canciones.

Noticias Diciembre 29, 2007

Google contraataca con su buscador de libros

 
emol. Tecnología La biblioteca virtual global: En 2004 Google anunció la creación de su biblioteca digital, a la que se accedería por su buscador. De inmediato estalló la polémica por los derechos de propiedad intelectual. Desde ese momento el buscador por internet ha tratado de convencer que su objetivo es potenciar la lectura y no vulnerar derechos. James Ballentine, representante de Google, explica cómo disminuyó la suspicacia. Por Óscar Contardo
En 2004 Google remeció a la industria editorial y a las bibliotecas del mundo cuando anunció su plan de crear una biblioteca digital. El anunció trajo respuestas inmediatas. Editoriales y académicos del mundo alertaron de que los planes de Google podían amenazar los derechos de propiedad intelectual. Muchos temieron que una vez que Google escaneara los libros, estos pudieran ser bajados de la red sin permisos.

Tres años después James Ballentine, representante de Google en Chile, explica que todo el revuelo se debió a la manera en que los medios describieron el plan. "Quizás fuimos ingenuos al no creer necesario explicar en detalle el proceso", dice. Ballentine asegura que para el buscador más exitoso de la red los derechos de propiedad intelectual de los libros nunca estuvieron en peligro. Del mismo modo lo ha asegurado a nivel mundial Marco Marinucci, director del buscador de libros de Google quien ha recorrido ferias del libro y editoriales repitiendo que la intención ser un aliado de la industria editorial con frases tales como "queremos ser el I Tunes de los libros". Una vitrina de libros que hasta el año pasado concentraba 350 millones de usuarios.

Los resquemores parecen haber quedado en el pasado. Google actualmente mantiene acuerdos con más de 12 mil editoriales -entre ellas las poderosas Harper Collins, Simon and Shusters y Radom House- y con algunas de las más importantes bibliotecas del mundo. El buscador de libros de Google logró contratacar con eficacia la desconfianza con información y cifras. James Ballentines, el representante en Chile del buscador, responde las dudas.

-¿Cómo resguardan la propiedad intelectual de los libros?

"Lo que queremos hacer es permitir que los usuarios tengan acceso a la información sobre el libro lo que no quiere decir que el tema de propiedad intelectual no sea importante ni lo vayamos a tomar en serio".

"Lo que Google está haciendo es trabajar en Estados Unidos con la norma de fair use o uso justificado de propiedad intelectual, que permite que uno muestre trozos de una obra sin estar violando los derechos de propiedad intelectual. Este programa tiene cerca de tres años. La desconfianza se ha aplacado y ha ido disminuyendo el escándalo, en la medida que las editoriales y los demás entienden lo que estamos haciendo. Cuando uno hace una búsqueda cuyo resultado está en un libro que está en la colección que nosotros tenemos escaneado en ningún caso significa que pueda bajar ese libro. De hecho si alguien hace una búsqueda y aparece uno de nuestros libros el usuario podrá acceder a un máximo de cinco páginas y la portada, los links para la editorial que publicó el libro, la librería en donde se puede comprar y la biblioteca en donde puede encontrarlo. Hay casos en donde sí se puede bajar el libro porque el autor lo ha autorizado. Pero el control lo tiene el autor y la editorial, no Google. Como norma mostramos 5 páginas y no más del 20 por ciento del libro. Ahora si el dueño quiere mostrar el 50 por ciento ellos lo especifican".

-Para dar una idea de la relación que tiene con una editorial grande ¿Cómo fue el acuerdo con la editoria Harper Collins?¿Cuántos títulos les pasó para escanear?

"Desconozco el caso en detalle, pero en general las editoriales grandes nos reciben con cierto escepticismo. Nosotros les ofrecemos que hagan una prueba, que manden 50 títulos, no los más populares y vean como les va. Entonces ellos descubren que esos libros se venden. Esto tiene que ver con un fenómeno llamado "long tail" (cola larga) descrito por Chris Anderson en "El mercado potencial de los libros. Anderson analizó la venta de libros en sitios como Amazon, E Bay y Google, y concluyó que al eliminar la barrera de lo físico y ofrecer de todo a todo el mundo la necesidad de sostenerse económicamente con los best sellers disminuye y cobran importancia aquellos libros que no son los más vendidos pero que siempre tendrán interesados específicos. Cuando Amazon en lugar de tener una tienda física en donde exhibe algunos cientos de libros pone un catálogo de millones de títulos empieza a darse cuenta que existe una demanda para estos libros que no se pueden encontrar en otra parte. En un gráfico esta demanda forma una cola larga y sostenida, por eso lo de "long tail".

"Mientras la librería tradicional funciona en el espacio de los libros más vendidos, los top ten, Amazon funciona con aquellos libros que sin ser best seller siempre tienen una demanda en alguna parte del mundo. Lo interesantes es que en el caso de Amazon estos libros son entre 35 y el 40 por ciento de las ventas. Esta idea del long tail aplica a todo. En la música popular es bastante ilustrativo. De los 10 albumes más vendidos en la historia ninguno se publicó después del año 2000".

-Es decir, comprar música o libros por internet potencia la importancia del catálogo musical o del fondo editorial…

"Exacto. Y lo que permite Internet es comunicar nichos en forma masiva. Entonces volviendo al tema de búsqueda de libros, lo que le ofrecemos a las editoriales es que partan con muestras de su catálogo para mostrarle efectivamente que hay una demanda y se dan cuenta que la gente empieza a buscar a consultar y en algunos casos han sacado tirajes adicionelaes de libros que no estaban publicados hacía mucho tiempo, porque hay demanda. Y cuando ven esto se convencen".

– ¿Cuántos libros tienen en su catálogo?

"Estamos en cerca de los 2 millones de títulos. Tenemos miles de editoriales que participan con nosotros en todo el mundo, incluyendo algunas chilenas como Editorial Andrés Bello, Universitaria y Editorial Jurídica. También está todo lo que se maneja con la bibliotecas que es la documentación histórica. Actualmente uno puede ver la Biblia de Gutenberg por el book search de Google. Eso representa el espíritu de lo que hacemos que es bajar el patrimonio de la humanidad a nivel de cada individuo".

¿Quién gana?

Google calcula que el 80 por ciento de los fondos de las bibliotecas está compuesto por títulos descatalogados. Según el buscador por internet, actualmente la única manera de localizar la mayoría de esos libros es realizando una búsqueda manual por la estantería de las bibliotecas. Ésa es la molestia que el buscador quiere ahorrarles a los usuarios. Ser una estantería universal. Una buena explicación para instituciones sin fines de lucro como las bibliotecas, pero las editoriales son otro asunto. Allí no sólo se trata de poner al alcance de los lectores un libro, sino de venderlo y hacer negocio.

Entonces surge una pregunta ¿Cómo gana Google? James Ballentine, el representante del buscador en Chile, explica:

"El paso principal es que sea un servicio que satisfaga al usuario y después vemos si eso lo podemos monetizar de algún modo. En el caso de la búsqueda de libros, tenemos algunos espacios donde ponemos publicidad con anuncios relevantes a la temática del libro. El avisador paga solamente cuando el avisador hace click, y cuando eso sucede, esa ganancia se comparte con la editorial que puso el libro. Ése es el modelo básico de monetización de Google".

La experiencia de Editorial Norma es un ejemplo del éxito de la alianza entre el buscador por internet y el negocio de los libros. Norma, una de las empresas latinoamericanas más grandes de su rubro, decidió, en 2005, hacer que el contenido de sus libros pudiese ser buscado a través de Google. El buscador digitalizó alrededor de 1.000 títulos, con el fin de permitir que los usuarios del book search pudieran dar con su búsqueda entre los títulos de Norma y presentar por orden de relevancia los libros que coincidan con la consulta. Ricardo Hoyos Mejía, gerente de tecnología de la editorial, asegura que la apuesta ha sido un éxito. En los primeros cuatro meses tuvieron 4 millones de páginas visitadas y 31 mil clicks en el enlace de compra del libro. "Esto definitivamente se ha traducido en un incremento de ventas significativo", asegura el gerente de Editorial Norma.

 

Noticias Noviembre 9, 2007

Putumayo Radio On-Line

Antes he mencionado el sello de música de la fundación Putumayo y la excelente colección de música del mundo que ofrece: jazz, Africa, latina, Asia, América Latina, Celta, y un largo etcétera. Ahora ofrece radio on line con toda su música. No se la pierdan, es tan buena como Amadeus
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