Como cambiar las organizaciones desde sus márgenes: los nuevos agentes del cambio
nomada. ¿Cómo se cambia la cultura de una organización?, ¿cómo se pasa de estructuras jerárquicas y cerradas a otras horizontales y abiertas? El mundo digital, la era de lo 2.0, presenta enormes oportunidades (y por supuesto ciertos riesgos) para los individuos, los emprendedores, y las nuevas organizaciones, que cada vez más nacen ya como redes. Pero, para las organizaciones tradicionales, especialmente para las más grandes y rígidas, esta transición puede ser extremadamente complicada y traumática, caso de que sea viable.
Como proclama la fotografía, descubierta por Bruce Sterling, “nada cambia si nada cambia”, y eso, trasladado a las grandes organizaciones, implica la necesidad de agentes del cambio (“nada cambia si nadie lo hace cambiar”) que necesariamente se sitúan como oposición y alternativa a la “cultura oficial” y que, por tanto, suelen actuar como líderes de facto al margen de las estrucuturas oficiales. Pero, a su vez, los responsables de la gestión y estrategia, estos si dentro del organigrama del poder dentro de la organización, que quieran provocar el cambio deben establecer sutiles estrategias de apoyo a estos agentes en un entorno adverso.
Sobre este reto lanza algunas preguntas Julen Iturbe en Evangelistas 2.0 en las empresas, publicado en el blog del grupo de investigación ObEa Empresa Abierta que han lanzado en Mondragon Unibertsitatea, a partir del post Unofficial Enterprise 2.0 roles de Martin Kloos. Estas son las preguntas de Julen: ¿Existe ese rol?, ¿de dónde proviene?, ¿alguien lo tiene de forma oficial o es sólo una querencia natural?. Que se hacen eco de las que planteó antes Martin Kloos:
- How can we define the role of unofficial enterprise 2.0 evangelist?
- How come that these roles are still unofficial?
- Shouldn’t these roles be officially acknowledge within organizations, given the sheer impact of Web 2.0 / Enterprise 2.0?
- What can we, as evangelists, do to let these roles be recognized officialy?
- What other web 2.0 / enterprise 2.0 related roles can we define in this unofficial domain?
Pocos días después Genís Roca contestaba, de algún modo, a estas preguntas en Los agentes del cambio. Primero, ¿es necesario el cambio?, ¿estamos realmente cambiando?:
Son tiempos de cambios. Una sociedad masivamente más conectada, con mayor acceso a la formación, con mayor libertad de movimientos, con más libertad de expresión, más urbana, con más tiempo libre, y con más tecnología para crear, mezclar y compartir… es el caldo de cultivo para la filosofía 2.0, un movimiento que afecta a empresas, mercados, instituciones y partidos políticos, así como a leyes, valores y paradigmas… son tiempos de cambios.
Segundo, el cambio significa personas que se empeñan en lograrlo. “Y en todo esto de la 2.0 hay un montón de estos agentes del cambio que están trabajando casi siempre sin reconocimiento para conseguir cambios en sus empresas, en sus instituciones, en sus entornos.” Utiliza el ejemplo de Ian Forrester, autor del blog Cubicgarden, y uno de los agentes del cambio 2.0 oficiosos más importantes en la BBC:
Ian Forrester es programador y trabaja en la Digital Media Initiative de la BBC, actualmente como responsable del proyecto BBC Backstage, una red de desarrolladores que proveen de datos y servicios al público en general bajo el lema “Crea lo que quieras usando los contenidos de la BBC”. También ha trabajado en otros proyectos de la BBC como BBC Blogs, The Feed Factory, Ceative Archive, Podcasts… y se puede saber más de en qué anda metido en esta o esta entrevista, en este video en el que habla sobre TV y Web 2.0, o en estas palabras grabadas en el XTech de este 2007. En resúmen, Ian Forrester está tras buena parte de las iniciativas 2.0 de la BBC, y creo que el suyo es probablemente un buen ejemplo de agente del cambio.
El nombre de Ian Forrester no consta en ninguno de los cinco folios del organigrama de la BBC, y ni tan sólo queda claro dónde se emplaza la Digital Media Initiative en la que se halla integrado. Es decir, todo parece indicar que Ian Forrester está alejado de las esferas del poder y de las tomas de decisiones, y que lo va a tener dificil si pretende impulsar cambios estructurales en la BBC.
¿Representa Forrester el arquetipo del agente de cambio 2.0? Según Genís, a esta gente insertada en organizaciones que no han adoptado modelos organizativos y culturales 2.0 “les resulta más sencillo promover cambios hacia el exterior que hacia el interior”. La inercia interna, la robustez de sus organigramas y reglas de funcionamiento hacen difícil el cambio interno. Pero los mercados, el exterior, si aceptan (y premian) muchos de estos “experimentos” por lo que los agentes de cambio encuentran en este territorio sus mejores oportunidades
Pero, volviendo al comienzo, entonces ¿como pueden los responsables de la estrategia y la gestión apoyar estos procesos de cambio (y trasladarlos al interior de sus organizaciones)? No parece que existan (aún?) reglas contrastadas, pero puede que por el momento la opción más efectiva sea mantener a estos agentes en los márgenes del sistema, con escaso (o nulo) reconocimiento por los canales oficiales (al fin y al cabo, posiblemente se mueven en este mundo 2.0 por que para ellos el reconocimiento tradicional es irrelevante), pero ofreciéndoles los incentivos adecuados, que en su mayor parte tienen que ver con dos factores: 1) un grado de libertad y autonomía que les permita desarrollar sus proyectos de cambios, y 2) señales paulatinas de que su experiencia se va trasladando a la extrategia externa y la organización interna de la empresa:
Los agentes del cambio son los que se mueven entre líneas y logran avanzar con acciones concretas, pequeños (o no tan pequeños) movimientos que hacen que las grandes estructuras se vayan moviendo, y que sus dirigentes (quizás) vayan tomando conciencia. Sin ellos no habría cambio. … pero el caso es que los hay en todas las organizaciones. Hay que buscarlos, localizarlos y apoyarlos, y en ocasiones protegerlos con el anonimato, ya que a algunos de ellos la visibilidad o la celebridad les puede complicar las cosas.
Lo interesante además es que al eliminarse el coste de interconexión, muchas de estas identidades – todas aquellas sobre las que mantengas control editorial completo y en las que tenga sentido – pueden vincular las unas a las otras: tu blog proporciona vínculos a todas ellas, tu Facebook también, y por supuesto, existe un agregador más, el motor de búsqueda, que también permite en muchos casos – dependiendo de tu visibilidad y de lo común de tu nombre – llegar a una perspectiva más o menos completa. Es un mapa de herramientas muy interesante, con intentos de cohesión incompletos en torno a identidades digitales como OpenID y otros, en el que queda mucho por desarrollar…
Publicado por: Enrique Dans | 04/01/08 a las 10:58
Interesante. Pero, ¿al igual que fuera de la red? me pregunto. Trabajo en una empresa de Internet, doy clases, soy "corredor" (ejem) de maratones y pruebas populares, cicloturista, tengo mi vida familiar, mis cenas con amigos que no tiene nada que ver con todo lo anterior, etc, etc, … es también identidad fragmentada, más o menos distribuída, y con "problemas" de gestión, de tiempo al menos.
¿Nuestra "piel digital" se va pareciendo a nuestra "piel" más o menos sebácea 🙂 ? ¿La identidad digital se va asimilando a la real? Vaya lío.
Pero como apuntais, sin duda cada vez más, la identidad digital ofrece la ventaja de poder vincular más fácilmente los fragmentos.
Publicado por: Eneko | 04/01/08 a las 12:49
De veras, siento lo mismo que las palabras que anteriormente leí. Nuestra indentidad ya no es una sola, sino un conglomerado repartido en cientos de sitios, redes sociales, microblogging. Eneko lo menciona: es igual que en la "vida real".
Publicado por: Joan Guerrero | 04/01/08 a las 17:12
Yo sí creo que es como en la vida real. Sucede como dice Enrique que eliminas el coste de transacción y súbitamente se vuelven encontrables: de eso va la red. Hay quienes, como usted bien sabe Sr. Freire, jugamos a mantener dos identidades con murallas chinas para relacionarnos con mundos distintos sin ser encontrados. Es otra opción interesante, no me diga que no.
(después hay filtraciones, y es que lo digital requiere ser muy cauto ¿o no?)
Publicado por: Gonzalo Martín | 05/01/08 a las 18:27
Efectivamente, parece que nuestra identidad digital se empieza a asimilar en su funcionamiento a la analógica (… y al tiempo ambas se combinan). Como dice (y bien sabe) Gonzalo, esto abre un campo enrome de posibilidades. Siempre he estado tentado de iniciar otra identidad absolutamente separada de la que ahora tengo, como experimento y experiencia y para tratar de influir en otro tipo de ambos, pero aún no ha habido tiempo (… o si?)
Publicado por: Juan Freire | 05/01/08 a las 21:53
Pozzzz puede que sí. Fíjese que es el azar el que lleva el que le destripe sus entradas una identidad u otra. ¿O no? Yo le sugiero probar, da cierta libertad. Pero una cosa que he descubierto: crece más en la red la identidad "pública" que la ocultada. ¿El boca a boca verbal, la propia relación humana aumenta la repercusión digital?
Publicado por: Gonzalo Martín | 06/01/08 a las 22:33
Efectivamente, las identidades ocultas "escalan" peor o menos. No pueden retroaliemntarse con la identidad analógica y deben tomar también ciertas precauciones en el espacio digital (lo que limita su "viralidad").
Publicado por: Juan Freire | 07/01/08 a las 0:51
por eso hemos lanzado una propuesta seria para construir entre muchos una nueva identidad, o sentimiento de pertenencia, y eso es 'el país llamado a'. Mírate el Manifiesto que hemos publicado y hemos abierto debate sobre el tema en Facebook.
http://www.hectormilla.com/innovacion/1849/manifiesto-el-pais-llamado-a
Publicado por: Hector Milla | 07/01/08 a las 22:05
Sólo agrego a tan interesante conversa, que si unieras los RSS que generas en distintos frentes, tu estela por el ciberespacio, obtendría un reality show de bajo presupuesto.
Por eso insisto en no divorciar la actividad en Internet de esa cosa extraña que llaman "vida real". Esto es un show autogestionado.