Artículos de la categoría

Kindle

Noticias Diciembre 9, 2007

Kindle, el libro electrónico que quiere revolucionar la lectura

 

emol. Ya se lanzó al mercado estadounidense Kindle, el dispositivo portátil que creó Amazon, la famosa compañía de ventas por internet, para almacenar y leer libros digitalizados. El nuevo prodigio tecnológico pretende rivalizar con el libro clásico y busca repetir el éxito que tuvo el iPod en el mundo de la música. El gesto de humedecer un dedo en la boca para dar vuelta la página de un libro podría llegar a convertirse en una imagen del pasado. Esto, si se cumple lo que algunos han comenzado a vaticinar con la aparición del Kindle, el aparato lector de ebooks (libros digitalizados que se encuentran en internet) que lanzó Amazon.com recientemente. Por Javier Rojahelis
¿Desaparecerán los libros convencionales? ¿Terminará finalmente el placer culpable de los que leen pensando en los árboles que debieron talarse para producir el libro que están sosteniendo en sus manos? Cada vez que surge una nueva tecnología se tiende a formular este tipo de preguntas y a pensar en las cosas que podrían quedar obsoletas. Ya ocurrió con la aparición de la televisión, que supuestamente iba a sepultar a la radio y el cine. Cosa que ciertamente no ocurrió. Y, aunque sí suceden casos en que lo nuevo deja atrás lo viejo (como cuando el teléfono terminó por desterrar al telégrafo de las comunicaciones), también se dan muchas situaciones en las que las innovaciones sirven más para complementar que para suprimir lo ya existente.

En concreto, el Kindle es un nuevo dispositivo de almacenaje y descarga de ebooks que permite tener hasta 200 libros en un formato portable (no mucho más grande que un libro de bolsillo) y con una autonomía de energía que permite leer hasta 30 horas sin necesidad de recarga de baterías. Cualidades a las que se agrega una pantalla que, al revés de las usuales, no emite luz, sino que funciona con un nuevo prodigio llamado tinta electrónica (un gel que se tiñe para dar forma a las letras) que permite leer sin cansar la vista y para la cual la luz directa del sol no provoca los problemas de visibilidad como en las otras pantallas. Kindle cuesta 400 dólares y sólo puede bajar ebooks de una colección de 80 mil títulos dispuesta por Amazon, al precio de 10 dólares promedio cada uno. ¿Tiemblan las librerías?

Libros sin papel

Más allá de esas preguntas que suenan a fatalismo, lo cierto es que el reemplazo del papel por el formato digital no es historia reciente. Basta con pensar que, desde la aparición de los PC, el tiempo que los usuarios dedican a leer información en una pantalla se ha incrementado notablemente. Por lo tanto, podría decirse que la amenaza sobre el soporte papel no es nueva. A esto se suman iniciativas de digitalización de libros que han comenzado a multiplicarse en la red, como el caso del proyecto Gutenberg, que ya lleva digitalizados más de 15 mil ebooks en su sitio, o Google, que ya ha puesto a disposición de los usuarios un efectivo buscador de libros para descargar (entre gratuitos y pagados). Más aún, importantes editoriales como Simon & Shuster, Random House y Harper Collins, entre otras, ofrecen varios de sus títulos como ebooks. La pregunta que cabe, entonces, es si el Kindle puede por sí solo producir una revolución.

Por lo pronto, hay que aclarar que no se trata del primer invento que busca imitar la portabilidad del libro. El año pasado Sony ya lanzó -sin mucho éxito- su Sony Reader, un lector de ebooks que puede almacenar cerca de 160 libros y que también utiliza la amable pantalla de tinta electrónica que usa el Kindle. Las dudas que quedan, entonces, van por el lado de cuál es la mejora que plantea Amazon con su nuevo dispositivo.

Bueno, pero no tanto

L. Scott Redford, presidente de Diesel eBooks (uno de los principales sitios para descarga de libros digitalizados), comenta a "El Mercurio" que los avances tecnológicos del Kindle (como su acceso wireless que permite bajar los libros y la información sin necesidad de la conexión a un computador) sirven para ir fijando metas más altas. Sin embargo, también alega: "Estoy muy desilusionado, porque está muy enfocado en su propietario… cualquier compra de ebook hecha en el pasado (incluyendo las hechas en el mismo Amazon.com) no puede ser leída en el nuevo dispositivo. Todos los antiguos consumidores de ebooks de Amazon fueron abandonados y perdieron todos los ebooks que tenían almacenados en su librería de Amazon. ¿Qué podría prevenir que eso sucediera de nuevo?". En todo caso, cabe agregar que lo mismo pasa con el dispositivo de Sony que sólo puede leer los ebooks que se descargan del sitio habilitado por la compañía, sin posibilidad de admitir los títulos obtenidos de otros sitios que proveen de ebooks.

"Por 400 dólares (que es lo que cuesta el Kindle), quedas atrapado de por vida. Estás obligado a comprar todos los ebooks en Amazon", termina sentenciando Scott Redford, quien de paso confiesa que el modelo del Kindle le parece feo.

Richard Curtis, el fundador de otro famoso sitio de ebooks ( www.ereads.com), también nos comenta sobre el nuevo artilugio y la creación de Sony: "Ambos tienen problemas no sólo técnicos, sino también otros que necesitan un mayor trabajo en relación a lograr que el público masivo los adopte… tal como ha ocurrido con los celulares y los notebooks. Pero su función más importante ha sido despertar la conciencia en el consumidor de que los libros pueden ser leídos en artefactos portátiles."

Ebook sin límites

Si se puede invocar una autoridad en el tema de los ebooks ese es, sin duda, Michael Hart, fundador del proyecto Gutenberg. Su idea de la digitalización de los libros nació en 1971, cuando, en medio del incipiente desarrollo computacional, comenzó a abrigar la idea de traspasar libros electrónicamente a un dominio público y gratuito. Entre ese año y 1989, Hart puso manos a la obra y fue trabajando en la idea de los eText (el abuelo del término eBook), lo que finalmente tomó cuerpo en 10 libros digitalizados. Entre 1990 y 1996 pasó a completar 1.000 ebooks, principalmente obras clásicas como "Moby Dick" o todas las piezas de Shakespeare, por las cuales no necesitaba pelear por el copyright. De ahí en adelante, y con un ritmo de 36 eTexts por mes, a fines del milenio ya había completado 5 mil títulos, entre ellos la versión digital de Don Quijote en español (idioma en el que no hay chilenos, pero sí otros baluartes ibéricos como Quevedo y Zorrilla). Para 2015, Hart y sus colaboradores esperan llegar al millón de títulos.

Consultado por su opinión sobre el Kindle, Hart responde: "Un aparato (hardware) exclusivamente dedicado al tema no va a resultar. Es más conveniente comprar otro notebook. En este momento hay un millón de ebooks gratuitos en internet. Nuestro sitio entrega más de un libro por segundo y hay cientos de este tipo de sitios. Entonces, ¿por qué pagar todo ese dinero y quedar atascado?." Para ilustrar la idea, Hart menciona el dato de los mil millones computadores existentes en el mercado versus los 3 mil millones de celulares que hay, y agrega: "Nosotros queremos llegar a la gente, por eso ponemos ebooks en celulares y en cualquier otro aparato que encontremos". Y las comparaciones siguen. Por ejemplo, Hart plantea que un pendrive promedio que no pesa más de 10 gramos y que vale cerca de diez dólares (lo mismo que cuestan los libros de Kindle) es capaz de guardar unos mil ebooks que, comprimidos, pueden llegar incluso a ser 2.500. Y concluye: "el ideal de los 200 ebooks de Kindle es bastante retrógrado"

Sobre si se puede esperar que artefactos como el Kindle generen un fenómeno como lo que pasó con el iPod (el dispositivo para descargar y almacenar música), Hart responde: "Los iPods son algo distinto. Uno baila y camina con ellos. ¡Yo no camino por la calle leyendo ebooks! El mundo del sonido no es el mismo que el mundo de la visión. Piensa en los cerca de 3 mil millones de celulares y en los millones de iPods. Ahora, piensa que hay sólo miles de lectores de ebooks… ciertamente no es el mismo mundo, para nada". Una reflexión que hace pensar que lo más probable es que los hábitos de lectura no van a cambiar demasiado, ni siquiera gracias a la tecnología de última generación. Lo que hace recordar las palabras del pionero de la computación, Alan Kay, quien al pensar en una lista de las creaciones tecnológicas más geniales destacó el libro como: "magníficamente diseñado, infinitamente útil y amado más que ningún otro artefacto. Es un dispositivo de almacenamiento más confiable que un disco duro, está encendido al instante y, lo mejor de todo, no necesita baterías".

La librería de Kindle

El sitio de Amazon.com tiene una librería especialmente hecha para descargar títulos en su nuevo artefacto Kindle. Se trata de una base de ebooks con alrededor de 80 mil títulos donde, generalmente, aquellos más recientes y los best sellers cuestan alrededor de 10 dólares, mientras los más clásicos, como "El príncipe" de Maquiavelo, se venden por menos de 5 dólares.

Y bueno, como este sistema sólo funciona en Estados Unidos (y aun cuando la comunidad latina es grande por esos lares), los títulos en español brillan por su ausencia. De hecho, son muy pocos los autores españoles ya traducidos al inglés que son considerados. Lo raro es que no están autores latinoamericanos famosos como García Márquez o Vargas Llosa, ni los best sellers de Isabel Allende, ni tampoco el elogiado Bolaño y sus "Detectives salvajes". Pero, en cambio, sí está el mexicano Carlos Fuentes con "La muerte de Artemio Cruz" (por nada despreciables 7 dólares). También se encuentran algunos clásicos españoles como Cervantes y su "Don Quijote" (por 2, 6 dólares), Calderón de la Barca con "La vida es sueño" (por 3 dólares) y "El sentido trágico de la vida" de Unamuno (casi un dólar).

www.memoriachilena: la fuente chilena de ebooks

En Chile, la principal iniciativa en el tema de la digitalización de libros es, sin duda, la que lleva a cabo la Biblioteca Nacional. En el sitio www.memoriachilena.cl es posible encontrar miles de textos (libros, documentos, cartas, etc.) de la biblioteca que han sido digitalizados y que están al alcance de los usuarios con plena libertad para descargarlos y utilizarlos gratis. El proceso, que comenzó en 2003, lleva un ritmo de digitalización de 160 mil páginas anuales.

Consultada por el aporte del Kindle, Claudia Labarca, una de las editoras de Memoria Chilena, considera que se trata de un dispositivo que es funcional más que nada para vender. "Me parece interesante, pero necesita pulirse la idea. Por ejemplo, actualmente uno puede descargar el mismo tipo de contenido en una blackberry o en un notebook".

La ex directora de la Dibam, Clara Budnik, quien acostumbra a consultar ebooks -de hecho, los lee frecuentemente en sitios como Memoria Chilena y la Biblioteca Virtual Cervantes-, confiesa su interés por el Kindle: "Me parece fantástica la posibilidad de llevar 200 libros a la mano, sin necesidad de ocupar espacio físico". Sobre la posible amenaza del libro convencional frente al Kindle, reflexiona: "En general, yo pienso que los chicos que nazcan con esto van a seguir con esto. Ahora, si hacemos un análisis de lo que ha pasado desde que aparecieron los ebooks, se puede ver que las ventas de libros en papel, lejos de disminuir, han aumentado". Una idea que ella refrenda con su propia experiencia: "Después de leer en formato ebook la novela "El mar", de John Banville, me gustó tanto, que decidí comprarla en papel".

Noticias Diciembre 1, 2007

Bezos detrás de Kindle

 

El hombre detrás de la madre de todas las revoluciones

quepasa. Jeff Bezos, el millonario fundador de amazon.com, acaba de lanzar Kindle, un revolucionario equipo que permite acceder desde cualquier parte a miles de libros y leerlos en una pequeña pantalla igual como si estuvieran en papel. Es otro paso en la apuesta de Bezos por una innovación permanente que en este caso podría cambiar los paradigmas de la cultura moderna. Este artículo de la revista Fast Company se adentra en la mente de uno de los más exitosos y geniales magnates de la web.

Por Alan Deutschman

La mañana del jueves 6 de marzo de 2003, Jeff Bezos arrendó un helicóptero Aerospatiale Gazelle en las remotas zonas del suroeste de Texas. Conocía el área montañosa desde sus años de adolescente, cuando pasaba los veranos en el rancho de su abuelo: en La Perezosa G, castraba y marcaba al ganado, trabajaba en un tractor Caterpillar y tendía cañerías.

Esta vez estaba interesado en comprar su propio rancho. La aeronave lo llevó cerca de la montaña Catedral, una monumental pila de roca erosionada de 6.860 pies. Abajo, el pedregoso suelo está cubierto de densos bosques de roble, abetos, álamos, arces y cipreses de Arizona. Bezos viajaba con su asistente ejecutiva, Elizabeth Korrell, mientras que el helicóptero era piloteado por una leyenda local, Charles "Cheater" Bella. El veterano había volado en Rambo III y sobrevivido a una caída en las montañas Organ, en Nuevo México. Incluso había sido secuestrado en 1988, cuando una mujer le puso un arma en la cabeza y lo obligó a aterrizar en la penitenciaría estatal de Nuevo México para rescatar a su marido.

Esa mañana, mientras transportaba al pasajero más rico y famoso de toda su carrera, Cheater casi perdió el control de su aparato debido a los fuertes vientos. Alcanzó a realizar un rápido aterrizaje, pero el rotor principal pasó a llevar un cedro. Las aspas se rompieron, y la cabina rodó hasta dar finalmente en las aguas poco profundas de Calamity Creek. El helicóptero terminó destruido, pero sus pasajeros usaron sus celulares para pedir ayuda: la patrulla fronteriza de Estados Unidos envió un equipo de rescate.

Un año más tarde, en la sede central de Amazon.com, en Seattle, Bezos no muestra ninguna señal de la laceración en la cabeza por la cual estuvo hospitalizado. Tampoco traumas emocionales. "La gente dice que la vida pasa por tus ojos", señala. "Este accidente en particular ocurrió tan lento que tuvimos unos pocos segundos para contemplarlo". Soltó una de sus famosas risotadas.

"Debo decir que no pasó nada extremadamente profundo por mi cabeza durante esos segundos. Pensaba: 'ésta es una forma muy tonta de morir'". Vuelve a reírse y a reírse. "No me cambió la vida de ninguna manera importante. He aprendido una lección bastante táctica de esto: tengo miedo. El principal mensaje fue: ¡¡¡Evita siempre que sea posible los helicópteros!!! No son confiables". Luego se ríe histéricamente, como si su encuentro con la muerte fuera lo más gracioso del mundo. 

Es tentador pero demasiado fácil considerar a Bezos como un tipo que disfruta de una vida encantadora. Su optimismo sin límites sólo es igualado por su increíble buena suerte. El accidente fue sólo el último de una serie de temibles episodios a los cuales ha sobrevivido en los nueve años que lleva como fundador y gerente general de Amazon. En 1997, cuando los barones del libro de Barnes & Noble lanzaron un sitio web rival, el jefe de Forrester Research, George Colony, predijo que la pequeña empresa de Bezos sería una "tostada.Amazon". Muchos periodistas y analistas de Wall Street -así como al interior de la empresa- creyeron que la crítica era correcta. Pero Bezos floreció. Más tarde, cuando finalmente terminó el engaño colectivo de los '90, las acciones de Amazon cayeron de US$ 100 a US$ 6. Pero Bezos siguió siendo optimista. "Jeff siempre ve todos los retos como una oportunidad", dice su amiga Linda Stone, una ex ejecutiva de Apple y Microsoft.

Sobreviviente de la web

Ahora, Bezos ha vuelto a ser reivindicado. La compañía anunció sus primeras ganancias anuales en 2003, con ventas cercanas a los US$ 7.000 millones y US$ 400 millones en ganancias. La acción ha revivido subiendo a US$ 50, brindándole a la compañía un valor de mercado de US$ 21.000 millones. Amazon es una de las pioneras de la web -junto a eBay, Yahoo y Google- que sobreviven como pilares de internet. Y Bezos es el único fundador de ese lote que todavía está en la gerencia general de su empresa. Es el único que ha hecho la difícil transición de pasar de una empresa pequeña y visionaria a ser el jefe de miles de empleados.

¿Ha sido afortunado? "Extraordinariamente", dice. No podría haber ocurrido sin un "alineamiento planetario", explica. Pero la suerte no lo es todo. El éxito de Bezos también brota de sus ideas sobre cómo dirigir empresas y crear innovación. Su pensamiento es de largo aliento e intuitivo. Pero es demasiado fácil distraerse por su personalidad estrafalaria e hiperbólica y no captar en qué está realmente. Hay que mirar más allá de la imagen que ve en Bezos a un nerd tecnológico. También hay que sortear su reputación al interior de la industria, según la cual todo hay que medirlo con planillas de cálculo y todas las decisiones basarlas en datos y no en el juicio personal o en los instintos.

No es que Bezos no sea un súper nerd. Es fácil creer que tuvo un promedio de 4,2 en su licenciatura en Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación en Princeton, lo cual significa que obtuvo un montón de calificaciones A plus (la nota máxima en Estados Unidos). Bezos salía ocasionalmente del centro de computación para cenar en el club Quadrangle, del cual era presidente David Risher, uno de sus futuros ejecutivos en marketing. El único recuerdo que Risher tiene de Bezos de esa época es que a éste le encantaba jugar "beer pong", una variación del ping pong, con vasos de cerveza colocados a ambos lados de la mesa. Cuando la pelota caía en uno de los vasos, el jugador tenía que tomarse toda la bebida.

Pero lo que realmente distingue a Bezos son sus arriesgados saltos de fe. Sus mejores decisiones no se apoyan en estudios o planillas de cálculo. Hace apuestas riesgosas en ideas que son demasiado grandes, audaces y de largo plazo como para probarlas a escala pequeña y luego salir a la carga. Ha introducido innovaciones que han dañado las ventas y las ganancias de Amazon, al menos en el corto plazo, pero siempre ha estado animado por la creencia de que lo que es bueno para el cliente terminará siendo lo mejor para el interés de la compañía. Bezos se ve como un "adicto al cambio", y la cultura que ha creado es adepta a crear innovaciones, pero también es descarado a la hora de copiar ideas de los competidores. Mientras Amazon se ha beneficiado de las poderosas convicciones de Bezos, él es bueno para escuchar a los críticos externos y seguir sus consejos cuando lo convencen de que está equivocado.

Las evidentes contradicciones son las que hacen a Bezos tan poco usual. "El secreto de inventar es que hay que ser terco y flexible. Desde luego, la parte difícil es saber cuándo ser lo uno o lo otro".

Una luminosa ciudad

La sede de Amazon se ve más próspera que a fines de los '90, cuando Bezos bregaba en contra de los malos augurios sobre las puntocom. En ese entonces, la empresa estaba en la parte pobre de Seattle. El viejo edificio de ladrillos albergaba también una casa de empeño. Bezos pregonaba su austeridad. La prensa alababa el hecho de que viviera en un pequeño departamento y de que condujera un Honda, aun cuando su empresa ya se transara en Bolsa y valiera US$ 500 millones en el papel.

Amazon es ahora una luminosa ciudad sobre una colina. Al llegar a Seattle, se puede ver la actual sede, una estructura art decó de los años 20. Desde ese punto alto, los empleados de Amazon disfrutan de la vista sobre Puget Sound y el puerto, el centro, los dos nuevos estadios construidos con la ayuda de Microsoft, las verdes colinas de los barrios residenciales, y la calma superficie del lago Washington, en donde vive Bezos, cerca de la enorme casa de Bill Gates de US$ 100 millones. Bezos, con un patrimonio actual de US$ 5.000 millones, ha cambiado el estilo de vida modesto por el de un multimillonario. El año pasado, sus abogados pararon los esfuerzos de la ciudad por limitar en ese lugar el tamaño de las casas y de las expansiones. Bezos también posee tres departamentos unidos en el Century, la torre art decó ubicada junto al Central Park en Manhattan.

Los empleados de Bezos destacan que la empresa sigue siendo austera a pesar de lo agradable del entorno. El edificio era un hospital para veteranos antes de que Bezos lo transformara. Todos los escritorios aún siguen el austero modelo que el ejecutivo diseñó en los primeros días de la empresa. Bezos cree en "conservar el dinero para cosas importantes", explica. "Aquí, puedes abrir las ventanas y obtener aire fresco y luz natural. Esas son cosas que realmente les importan a las personas".

Amazon cuelga pizarras en los ascensores, tal como lo hacía en la época de los barrios bajos, cuando sus empleados hiperactivos se divertían dibujando garabatos. Pero el personal ha madurado. Una gran sala que se usaba para que los trabajadores jugaran en consolas de video, ahora se usa para almacenar viejos PC. En el día "Lleva a tus hijos al trabajo", la oficina se llenó de niños. Bezos, con sus 40 años, estuvo acompañado de sus dos hijos, de 2 y 4 años, y de su esposa MacKenzie, una escritora de ficción.

Bezos se viste con un uniforme de blue jeans y camisa celeste. Se ve igual que cuando tenía 30 años: tan calvo como un jubilado y tan delgado como un adolescente. Su personalidad ha cambiado en público, pero sigue siendo auténtica, según Risher, quien fue vicepresidente de marketing de la empresa. Si la personalidad de Bezos es definitivamente poco corporativa, también lo son algunas de sus ideas sobre cómo dirigir grandes organizaciones. Uno de los momentos tras bambalinas más memorables del empresario ocurrió en un retiro, cuenta Risher. "La gente decía que los grupos necesitaban comunicarse más. Jeff se levantó y dijo: '¡No, la comunicación es terrible!'" Los dichos sorprendieron a los ejecutivos. Pero Bezos perseveró con su idea de una firma descentralizada, en la que pequeños grupos pueden innovar y probar sus visiones. Inventó la noción del "equipo de dos pizzas": si uno no puede alimentar a un equipo con dos pizzas, entonces es demasiado grande.

Estos grupos han creado los aspectos más populares del sitio. Idearon el Gold Box (Cofre Dorado), un pequeño icono animado que luce en la parte superior de la página de inicio. Al hacer clic para "abrir" el cofre, se revelan ofertas especiales que duran sólo una hora. Otra innovación popular son los Bottom of the Page Deals (Tratos del Fondo de la Página), venta de artículos como barras de cereales y Tampax. El concepto era que los precios (a menudo 50% por debajo de lo normal) son tan bajos que se hundían al fondo de la página.

La red hace que sea sencillo crear ideas como el Cofre Dorado, ya que se pueden medir los resultados de forma rápida y precisa. Los riesgos y los costos son bajos. Pero lo que realmente ha diferenciado a Amazon han sido las grandes apuestas, como la Búsqueda al Interior del Libro. Este ítem les permite a los clientes buscar al interior de los textos y leer gratis varias páginas, como una forma de incentivarlos a comprar. El sistema debutó con 120.000 libros, cada uno de los cuales fue escaneado e indexado. La base de datos sobrepasó los 20 terabytes; según Bezos es 20 veces más grande que la mayor base de datos existente al momento de la fundación de Amazon. Un lanzamiento a gran escala era la única forma de ver si funcionaría con los 43 millones de cuentas de clientes activas que tiene Amazon. Risher dice que "siempre hay un salto de fe, y Jeff está dispuesto a hacer esas apuestas".

El estilo Bezos

Bezos explica de este modo su modus operandi: "Existen decisiones que se pueden tomar con análisis. Esas son las mejores decisiones. Están basadas en hechos. Lo mejor de las decisiones basadas en hechos es que sobrepasan a las jerarquías. La persona con menos experiencia en la empresa puede ganar una discusión con alguien más experimentado con una decisión basada en hechos. Lamentablemente, existen muchas otras que no se pueden reducir a un problema matemático".

"Una de las frases más recurrentes de Jeff cuando alguien tiene una buena idea es 'podemos medirla'", cuenta un ejecutivo de la compañía. Pero agrega: "Una cosa es ser un adicto a los datos que observa la historia, y otra es tener visión en perspectiva. Él asume riesgos y cambia y cambia".

A veces, dice Bezos, no se puede confiar en los hechos, porque sería muy difícil probar una idea, o demasiado costoso, o simplemente no se sabe cómo hacerlo. "En ocasiones medimos cosas y vemos que en el corto plazo dañan las ventas, e igual lo hacemos", porque los ejecutivos de Amazon no creen que el corto plazo sea un buen predictor del largo plazo. Por ejemplo, se dieron cuenta de que sus mayores clientes tenían grandes colecciones -en especial de CD- y que por accidente ordenaban productos que ya habían comprado en Amazon. De modo que decidieron advertir a estas personas. Las advertencias redujeron ligeramente las ventas, pero ¿las reducirán en un período de 10 años? No fue lo que pensaron. Más bien, esto dejaría contentos a los clientes y aumentaría las ventas. "Sabíamos que esto era algo bueno para los clientes, así que hagámoslo", cuenta Bezos.

Amazon enfrentó dilemas similares con su decisión de rebajar precios y ofrecer despacho gratis para pedidos superiores a los US$ 25. "Se puede hacer de 15 formas distintas los cálculos, y siempre los resultados dirán que no hay que bajar los precios, 'porque ganarás menos dinero'", se ríe Bezos. "Eso es cierto en este trimestre, este año. Pero probablemente no sea cierto en un período de 10 años, cuando el beneficio aumente la frecuencia con que los clientes compran contigo, las fracción de compras que hagan contigo en relación a otros lugares".

Otra decisión que desafió los análisis cuantitativos fue la movida de Bezos de dejar que terceros compitan con Amazon, mediante la venta de productos en lo que él llama el "bien inmueble principal" del sitio: las páginas de productos al detalle. Ahora se puede ver a otras compañías -y clientes- ofreciendo la misma cámara digital junto a la que vende Amazon, aunque a un precio más bajo, o la copia usada de un libro que Amazon vende nuevo. "La decisión fue muy controvertida al interior de la empresa", cuenta Bezos. Una vez más, Bezos actuó sobre la base de su fe en darles mayores posibilidades de elegir a los clientes.

Esa fe ha motivado a Bezos a lo largo de la historia de la compañía. Desde sus inicios, su visión fue "crear la empresa más 'cliente-céntrica' del mundo, el lugar en el que se puede encontrar y comprar de todo online". A las pocas semanas de publicar las reseñas escritas por los clientes acerca de los productos, cuenta Bezos, "comencé a recibir cartas de personas que me decían que quizás no entendía el negocio, que uno gana dinero al vender cosas. ¿Cómo era posible que publicara reseñas negativas en el sitio? Pero nuestro punto de vista es que venderemos más si les ayudamos a las personas a hacer sus decisiones de compra".

Aunque Amazon ha sido altamente innovadora, Bezos parece sentirse cómodo robando ideas. ¿eBay está de moda? Amazon comienza a realizar remates. ¿Google está en todos los titulares y los buscadores son el negocio caliente? Bezos lanza A9, una filial que creó su propio motor de búsqueda. En un discurso dijo: "Observamos a nuestros competidores, aprendemos de ellos y copiamos lo que podemos".

Pero Amazon no ha tenido igual éxito con sus imitaciones que con sus ideas originales. Cuando los remates mostraron ser decepcionantes, los ejecutivos se dieron cuenta de que eBay era demasiado fuerte. Pero Bezos es persistente, tenaz y se adapta. Los remates permitieron que Amazon se abriera a la idea de que terceros vendieran otros productos en el sitio. En la actualidad, Amazon y Google se están copiando mutuamente en el negocio de las búsquedas en internet. En Silicon Valley se cree que Google está preparando su propia respuesta a la "Búsqueda al Interior del Libro" de Amazon, mientras A9 está viendo cómo aumentar sus capacidades de búsqueda para ayudar a las personas a encontrar lo que quieran en la red.

¿Y el lado oscuro?

Bezos ha aprendido mucho más de sus críticos que de sus competidores. Tim O'Reilly, un entusiasta de los software libres y una influyente voz en Silicon Valley, nunca había estado con Bezos antes de que atacara públicamente la iniciativa de Amazon de patentar su modo de compra "1-Click". Este les permite a los clientes comprar artículos con un solo clic del mouse, una vez que el sitio ya ha registrado su información de despacho y facturación. "Al principio, Jeff me atacó", recuerda O'Reilly, "pero luego se involucró juiciosamente en estos temas. El mercado le envió el mensaje de que usar de forma muy agresiva las patentes era malo para su imagen". Últimamente, ambos han estado juntos en Washington DC, para hacer lobby a favor de cambios en las leyes de patentes.

Es difícil predecir cómo cambiará Amazon en los próximos años, debido a que Bezos está demasiado comprometido con la innovación radical. Ni él mismo sabe qué ocurrirá. "Nuestro negocio es bastante loco", dice. "Nuestros ingredientes -cosas como el poder de procesamiento de las CPU, el ancho de banda y el espacio en disco- se vuelven la mitad de baratos cada 12 a 18 meses. El espacio de disco es 30 veces más barato que hace cinco años. De modo que la pregunta de verdad es ¿qué puedes hacer con 30 veces más de espacio de disco, 20 veces más poder de procesamiento y 30 veces más  ancho de banda? ¿Cómo harás más felices a los clientes con todo eso? No es fácil responder estas preguntas".

Las personas que lo conocen dicen que Bezos no tiene el lado oscuro de otros multimillonarios tecnológicos como Steve Jobs y Larry Ellison. Aun así, el buen humor que muestra a los extraños no revela nada de su dura personalidad que sólo ven sus cercanos. "Lo que no sale en público es que puede ser muy duro", dice Risher. "Existen momentos divertidos en las reuniones de cuatro horas, pero no son reuniones entretenidas. Si alguien llega sin los números, se puede volver bastante feo".

La visión de largo plazo de una empresa "cliente-céntrica" no siempre es fácil de vender en Wall Street. El 22 de abril de 2004, Amazon dio a conocer los resultados del primer trimestre. La empresa cumplió con sus proyecciones de ventas y ganancias, con beneficios netos de US$ 111 millones, algo risible para una firma tremendamente costosa y ambiciosa, que ha perdido dinero durante bastante tiempo. Pero los analistas se inquietaron por cómo la campaña de descuentos en curso sigue llevándose los márgenes. De modo que a la mañana siguiente el precio de la acción cayó.

No es primera vez que Bezos se enfrenta a los escépticos, en especial durante la caída de las puntocom, cuando muchos se preguntaban abiertamente si él era un fraude. Bezos respondió con una seguridad y optimismo notables. En el PC Forum, una conferencia a la que asisten líderes de la industria tecnológica, dio una presentación en 2001 de la cual los miembros de Silicon Valley todavía se maravillan. Primero, Bezos mostró una diapositiva centrada en cómo la acción de Amazon caía de US$ 100 a US$ 6. Si uno mira las cosas de esta forma, dijo, uno es un pesimista. Luego enseñó un gráfico de la creación de riqueza acumulada de Amazon como una línea claramente ascendente entre dos puntos: el día en que la acción salió a bolsa (US$ 1,50) y ese día (US$ 11,64). Prefiero mirar las cosas de este modo, le dijo a la gente, y es por eso que soy un optimista.

Para muchos inversionistas, sin embargo, uno sólo cuenta por el último trimestre. Además, Wall Street no mira hacia adelante con horizontes de décadas, como lo hace Bezos. "En relación a los inversionistas, existe un gran Warren-Buffettismo", dice. "Uno puede dar un concierto de rock y puede ser exitoso, y uno puede hacer y puede ser exitoso, pero no se puede hacer un concierto de rock y promocionarlo como un ballet. Si uno es suficientemente claro con el mundo externo, uno está adoptando un enfoque de largo plazo, entonces las personas pueden elegirte. Uno consigue accionistas que quieren bajar los precios. Como dice Buffett, uno se consigue los accionistas que se merece". Vuelve a soltar una de sus grandes risotadas antes de pararse y correr por el pasillo.

Noticias Noviembre 20, 2007

The Kindle: libros digitales ¿al fin?

Amazon lanzó su libro digital The Kindle. Quizás abuse de “re”-postear los artículos de Enrique Dans, pero de corazón que es justificado, con lo que me gustan los libros, así a la antigua, con olor a papel y tinta, y mirarlos ordenaditos en mi biblioteca. Si aún no me convenzo de olvidar los CDs de música, con carátulas muy trabajadas en diseño e información, mucho me cuesta imaginarme leyendo un libro en formato digital. Hace tiempo que navego noticias, blogs y documentos cortos en mi PDA durante los viajes en Metro, pero los libros son los libros. Tengo mi propia brecha tecnológica. Veremos qué pasa…

¿Es ya el momento del libro electrónico?

 

Es una de las preguntas que más veces me surgen en mis clases y conferencias cuando hablo de los efectos de la tecnología en las industrias: ¿para cuando un dispositivo capaz de sustituir al libro impreso y que tenga la potencialidad de producir un efecto en la industria editorial parecido al experimentado por la industria de la música? Después de todo, las ineficiencias en la industria editorial son patentes: plantar árboles, dejarlos crecer, cortarlos, llevarlos a una planta enormemente contaminante en la que son reducidos a pulpa, transportarlos a otra en la que son convertidos en hojas y cortados, para después distribuirlos y llevarlos a otras plantas en las que son impresos, encuadernados y empaquetados para volverlos a distribuir y a vender… impresionante.

El enésimo proyecto destinado a convertir el libro en material para nostálgicos y coleccionistas es el denominado The Kindle, y tiene detrás nada menos que a Amazon. El Newsweek, que ha tenido según ellos varias semanas para jugar con el dispositivo, dedica un largo artículo de siete páginas al mismo, The future of reading, centrándose no tanto en las características técnicas del mismo como en sus posibilidades de convertirse en la base para un interesante ecosistema de contenidos: si estás en la industria editorial, me parece una lectura imprescindible. También hay comentarios sobre el denominado por algunos “the iPod of reading” en Slashdot, TechCrunch, GigaOm y muchísimos sitios más.

Y es que el gadget en cuestión, una especie de tableta con teclado más bien fea que se anuncia en torno a los $400 podrá triunfar o no, pero además de incidir en algunos aspectos del anterior Sony Reader y contribuir en cierto sentido a consolidarlos, añade unos cuantos elementos interesantes: la pantalla, monocroma en gama de grises, está basada en la misma tecnología, E Ink, caracterizada por un consumo de batería muy bajo y un contraste y visibilidad fantásticos incluso a pleno sol, pero se añade además conectividad inalámbrica telefónica y (se supone) a través de WiFi, así como la posibilidad de navegación en la web. Con respecto a los dispositivos anteriores, que precisaban un cable y una cuna de sincronización unida a un PC para funcionar, la propuesta de autonomía parece mucho más interesante en los tiempos que corren. Algunos rumores indican que dicha conectividad estaría además incluida en el precio del dispositivo y del servicio. En ese tema precisamente, en el del servicio, se está haciendo un gran hincapié: se trata de un servicio, no de un simple dispositivo. En cualquier caso, existe una gran confusión: se afirma que habrá un pago mensual para acceder a determinados contenidos, incluyendo algunos blogs y páginas que, de por sí, serían de lectura gratuita, acceso a un cierto número de libros, y que una gran cantidad de proveedores de contenidos, incluidos el New York Times y el Washington Post, producirán versiones adaptadas para The Kindle.

Por otro lado, Amazon ha decidido ignorar completamente el estándar de la industria para libros electrónicos, y trabajar con su propio formato, el desarrollado por Mobipocket, una compañía que Amazon adquirió en 2005. La razón para ello vendría por el uso de tecnlogías de DRM que protegiesen los contenidos de su difusión irregular, algo en lo que todas las industrias y competidores han fallado anteriormente y que si además incide en un número de funciones del dispositivo completamente limitadas redundará en una aceptación del público mucho menor. Las apreciaciones de Seth Godin como autor que intentó negociar con Amazon para incluir sus libros gratis con el dispositivo no parecen demasiado esperanzadoras.

¿Es el momento para intentar el ataque a los libros en formato papel? Desde luego, si alguien puede intentarlo, ese es Amazon, la librería con un mayor stock de libros en formato electrónico, pero ¿es el dispositivo suficientemente tentador como para conseguir algo así, y más teniendo en cuenta que ya existen cosas parecidas (portátiles ligeros, el propio Reader de Sony, teléfonos avanzados, etc.) que no han resultado ni siquiera mínimamente exitosas para esa función? En cualquier caso, muchas de las dudas se solventarán esta tarde, tras el evento de presentación del dispositivo. Estaremos atentos.

ACTUALIZACIÓN: Ya tenemos tanto anuncio como página de producto con vistas del mismo, vídeos del producto y de varios protagonistas (el propio Jeff Bezos y la premio Nobel Toni Morrison), e información completísima, incluyendo revisiones de usuarios, valoraciones y discusiones sobre el producto a la Amazon. El anuncio me ha parecido bastante impactante: no se trata de un dispositivo para navegar, ni tiene WiFi, pero puedes navegar por un montón de blogs, periódicos y contenidos – incluido acceso gratuito a la Wikipedia – sin preocuparte de la conexión, que es vía EVDO a través de Amazon Whispernet, rápida (un libro se baja en un par de minutos) e incluida directamente en el precio de los contenidos que compras. Pesa menos de trescientos gramos, acepta tarjetas SD Card para que puedas llevar tus propios contenidos, te puedes enviar por e-mail documentos en .JPG, .GIF, .BMP, .PNG para verlos en el dispositivo, y la batería dura un par de días con la conectividad abierta, y más de una semana con ella apagada, pero se recarga completamente en dos horas. El Kindle sólo está disponible por el momento en los Estados unidos (la red Amazon Whispernet está construida sobre Sprint, un carrier norteamericano), y por el momento no he visto fecha para su salida internacional.