digitalismo. Si The Long Tail de Chris Anderson fue el libro del 2006 (ver reseña en Digitalismo), el próximo libro del editor en jefe de Wired también dará que hablar. Se titulará Free y debemos esperar al 2009 para poder leerlo… aunque podemos tener un adelanto del mismo si hojeamos el artículo de portada de la edición de Wired de marzo. El artículo en cuestión, titulado Free! Why $0.00 is the future of business sirve para ver por donde van las reflexiones de Anderson.
Un ejemplo que aclara casi todo: hace casi un siglo King Gilette, fundador de la mítica empresa de hojitas de afeitar, se dedicó a regalar las maquinitas exclusivas donde funcionaban sus hojas. El truco era claro: cada persona que recibía una maquinita de regalo -por ejemplo comprando otro producto o servicio, como una cuenta de banco (programa "save and shave") o a través de la distribución masiva entre los soldados durante la Primera Guerra Mundial- estaba obligado a comprar las hojitas para hacerla funcionar.
La digitalización de la economía agudiza estos procesos y permite que se diseñen productos y servicios basados en la gratuidad. La disminución de los costos de archivo y distribución está llevando a la proliferación de este tipo de productos y servicios. La lista se extiende cada día: empresas como Goggle o Yahoo ofrecen desde 1GB hasta una cantidad infinita de memoria a sus usuarios a costo cero, experiencias colaborativas como la Wikipedia no cobran por acceder a sus contenidos, al igual que la mayoría de los diarios on line que en su momento reclamaban un "peaje" a sus subscriptores.
Anderson menciona muchas experiencias, desde los 3 millones de copias del cd Planet Earth de Prince repartidas por The Daily Mail, hasta los vuelos gratis Barcelona-Londres que cada tanto promociona Ryanair. Las últimas jugadas de Nokia y Apple van en esta dirección: ofrecer música gratis (o a un costo mínimo anual) para que la gente adquiera sus teléfonos y iPods. Anderson sueña que algún día la Wii podrá ser gratis (y el valor amortizado con los videojuegos).
El editor de Wired describe algunos posibles modelos de negocios basados en la gratuidad:
– Freemiun: una minoría paga por un servicio Premium, mientras que el servicio de base se ofrece de forma gratuita a la mayoría (pro ejemplo Flickr o Netscape en su época de gloria).
– Advertising: el modelo clásico de los medios masivos (venta de audiencias a las empresas, a cambio de contenidos gratis).
– Cross-subsidies: dar algo gratis para obtener un pago por otra cosa vinculada a la primera (por ejemplo regalo un cd con mis canciones para promocionar mis conciertos y aumentar las entradas vendidas).
– Zero marginal cost: acceso a contenidos cuyos costos de reproducción y distribución se acercan a cero. Anderson pone como ejemplo las redes peer-to-peer.
– Labor exchange: acceso gratis a cambio de usar un servicio o acción que tiene valor para alguien.
– Gift economy: contenidos gratis para todos pero generados por todos. El ejemplo clásico es la Wikipedia o cualquier proyecto open-source.
Seguimos reflexionando sobre el adelanto del nuevo libro de Chris Anderson, el editor de Wired, quien en el artículo publicado en marzo en su revista –Free! Why $0.00 is the future of business – nos introduce en el mundo de la economía de la gratuidad.
Como siempre pasa en estos temas, no todo lo que reluce es oro (o, en este caso, no todo lo que brilla sale gratis). Al igual que en The Long Tail, Anderson también en este caso nos presenta una serie de experiencias -sumamente interesantes, aleccionadoras y que son sin duda fenómenos emergentes de la economía digitalizada- y las vende (¿o deberíamos decir "regala"?) como el futuro de la economía. Esta jugada (saltar de lo particular a lo general sin escalas intermedias) puede tener sus riesgos. Veamos algunos de ellos.
Así como toda la economía no termina diluyéndose en la long tail – a pesar de casi infinita variedad de productos disponibles en el iTunes Store y Amazon, seguimos teniendo bestsellers que acaparan la atención de las mayorías -, tampoco TODO será gratis en el futuro. En la economía, tal como indica Anderson, siempre alguien paga el café… King Gilette regalaba maquinitas pero cobraba las hojitas de afeitar, de la misma manera que nosotros escuchamos la radio "gratis" pero los anunciantes les pagan a las emisoras por nuestra atención.
Detrás de cada producto o servicio gratuito, siempre hay una transacción económica (pero que puede resultar invisible al usuario/consumidor final). Por ejemplo Google nos presta un servicio de búsqueda de información gratis, pero nosotros somos en cierta forma la mano de obra de esa empresa: cada vez que enlazamos una página o la visitamos, estamos votando por esa web y mejoramos su situación en el Page Rank de Google. Por otro lado, los minutos que pasamos frente a la interfaz del buscador son preciosos para los anunciantes, y por eso pagan a Google por estar ahí presentes.
Muchos recursos que en algún momento histórico fueron muy valiosos –como la sal, las especies o el agua- hoy tienen un costo ínfimo. Lo mismo pasa con la banda ancha o la memoria digital: según Anderson la tendencia es a la caída de sus precios, lo cual favorece su oferta gratuita a los consumidores. Esta tendencia parecería contradecir una de las muletillas del pensamiento más tradicional según el cual la economía es "la ciencia de la escasez".
Sin embargo, cada vez que un recurso baja de valor, otro sube. Mientras el agua baja, los vinos suben, de la misma manera que el precio de los coches disminuirá (ya están entrando en Europa los Tata de la India, mientras esperamos que desembarquen los coches chinos a precios irrisorios) al mismo tiempo que aumentará la gasolina. Si el acceso a la información es cada vez más económico –puedo leer desde mi casa cientos de diarios de todo el mundo y no pagar un euro por esa información, salvo la conexión-, por otro lado el valor de mi atención (los minutos que paso frente a la pantalla leyendo un determinado contenido) se acrecienta. Según Anderson reputación (una mejor ubicación en el Page Rank) y atención (nuestra mirada atenta sobre la interfaz) son dos claves de la nueva economía.
Anderson también sostiene en su artículo que lo gratuito dejará de ser marginal para convertirse en la norma del sistema económico. Yo creo que la aparición de nuevas lógicas económicas no destruirá las viejas, de la misma manera que la long tail –caracterizada por una variedad casi infinita de productos disponibles, web de por medio, para cualquier consumidor- tampoco arrasó con los bestsellers. Si bien tendremos servicios y productos aparentemente gratuitos, la mítica frase del cómico argentino Alberto Olmedo -"poniendo estaba la gansa"- seguirá vigente todavía por muchos años más.
Etiquetas: economía, lectura, teorías
posted by Carlos Scolari at 25.3.08