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Noticias Mayo 1, 2007

Energía eólica, más que una ilusión verde

Parque Eolico Marino Middelgrunden -ricardoroman.cl
Estoy comprometido en promover antecedentes que ayuden a convencernos de la posibilidad real de las alternativas de energía, lo que muchas veces en nuestra provinciana percepción económica de las cosas es descartado como una ilusión lejana e inalcanzable. Pues no. España ha tenido hasta superavit energético este último invierno y es urgente incluirlas en las alternativas antes de cortar por lo cómodo y ponerse a embalsar nuestras últimas maravillas naturales de la Patagonia.

El País
España busca en la costa los mejores lugares para parques eólicos marinos

Un estudio de la Comisión Europea calculó que España podría tener 25,52 gigawatios de potencia instalada de eólica marina en 2020, el doble de la que actualmente hay en eólica terrestre. Greenpeace elevó el potencial para 2050 hasta los 164,76 gigavatios. El Gobierno subastará en 2008 las primeras zonas con una prima que duplica la eólica terrestre

Rafael Méndez

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La costa española puede estar en unos años salpicada de molinos de viento. El Gobierno desbloqueará la construcción de parques eólicos marinos con un decreto antes de verano y en el que Industria se compromete a cartografiar antes de 2008 los 4.000 kilómetros de costa en busca de los mejores emplazamientos de la costa -estos parques suelen estar a unos cinco kilómetros del litoral- para esta nueva fuente de energía y descartar otros por su impacto ambiental. Después, el Gobierno sacará a concurso estos emplazamientos entre las eléctricas y pagará por la electricidad producida hasta el doble de lo que paga por la eólica terrestre.

El responsable de investigación de Plantas Eólicas del Centro Nacional de Energías Renovables (Cener), Félix Avia, señala que “los parques eólicos marinos son imprescindibles para cumplir el objetivo de la UE de que en 2020 el 20% de la energía sea de origen renovable”. El potencial es grande: “El viento en el mar es más constante y más potente que en tierra y España tiene 4.000 kilómetros de costa”. Un estudio de la Comisión Europea calculó que España podría tener 25,52 gigawatios de potencia instalada de eólica marina en 2020, el doble de la que actualmente hay en eólica terrestre. Greenpeace elevó el potencial para 2050 hasta los 164,76 gigavatios.

Y sin embargo, problemas burocráticos, -no estaba claro quién debía tramitar estos parques- y protestas de pescadores y vecinos han bloqueado los 19 proyectos existentes en España (la mayoría en Cádiz, pero también en Tarragona, Castellón o A Coruña). Así que el Gobierno paralizó estos planes y preparó un decreto específico sobre la energía eólica marina. El texto, que el Gobierno marea desde 2006, se aprobará entre “mayo y junio”, según fuentes de Industria.

El texto unifica la tramitación en una única ventanilla, algo que hasta ahora era un dolor de cabeza para los promotores ya que están implicados cinco ministerios: Industria, Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Defensa y Fomento. Los parques terrestres son competencia autonómica, pero en el mar manda el Gobierno. En una nueva disposición adicional, Industria se compromete a tener antes de 2008 un mapa con los mejores emplazamientos y con zonas en las que por su impacto ambiental no se podrán construir parques.

Con este mapa, el Gobierno sacará a concurso entre las eléctricas esas zonas para que éstas hagan los estudios en detalle para la construcción de los parques. El Gobierno advierte de que podrán cobrar hasta 0,164 euros por kilowatio producido, lo que supone el doble que el precio pagado por la energía eólica en tierra. El sistema de concurso y de concesión es similar al que se realiza con las minas, mientras que en tierra cada eléctrica compra donde quiere y se busca los permisos.

El director técnico de la Asociación Empresarial Eólica, Alberto Ceño, señala que con esa prima “los números pueden cuadrar para que en cuatro o cinco años estén en marcha los primeros parques eólicos marinos”. Aunque el precio que recibirán por la energía es mayor que el producido en tierra, los costes de inversión y mantenimiento son también el doble. A cambio, los molinos en el mar producen entre un 30% y un 80% más electricidad que los de tierra, ya que el viento en el mar es más constante y más fuerte.

El principal problema es que en España la profundidad del mar es muy grande incluso cerca de la costa, lo que encarece la instalación de los molinos, como señala Ladislao Martínez, de Ecologistas en Acción. Félix Avia explica que la pega de la profundidad se puede solucionar con molinos flotantes, anclados al fondo, pero cuya sujeción no llega hasta el lecho marino. Hasta los 20 metros de profundidad hay molinos convencionales y “en el Reino Unido ya hay un parque eólico marino a 49 metros”, según Avia, que dirige proyectos para desarrollar esta tecnología.

En los lugares en los que se ha planeado estos parques, como Barbate, pescadores y vecinos se han opuesto, por su impacto en el paisaje y por una eventual reducción de la pesca. Avia señala que en otros países no se ha reducido la pesca sino que “en algunos lugares ha aumentado ya que estos pivotes actúan como arrecifes artificiales”.

Los ecologistas no se oponen a estas instalaciones siempre que se hagan minimizando el impacto ambiental, explica José Luis García, de Greenpeace. El decreto establece que se deberá evaluar el impacto sobre “la pesca, la fauna y la flora marina, las aves, la navegación aérea y marítima, el suelo marino, el paisaje, la estabilidad de las playas, el turismo y la defensa y la seguridad”.

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Noticias Mayo 1, 2007

La otra verdad incómoda

Emisiones CO2 ricardoroman.cl
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La otra verdad incómoda

Jordi Garcia-Petit, académico numerario de la Real Academia de Doctores.

El País. Como si fueran una serie de catástrofes más, los medios de comunicación social van desgranando los datos más impresionantes del desastre climático presente y, muy probablemente, futuro del planeta. Aunque contenida e integrada en la normalidad, se aprecia ya una cierta alarma después de la difusión, el 6 de abril, de la segunda parte del Cuarto Informe de Evaluación del IPCC, referida a Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad. Según distintas fuentes, los representantes de los gobiernos de EE UU, China, Rusia y Arabia Saudita consiguieron imponer ligeros retoques en el texto, mezquinos intentos de ocultar a sus opiniones públicas la evidencia local del cambio climático o de proteger sus intereses petrolíferos. Pero lo que es la controversia científica sobre la realidad del cambio puede darse por zanjada. Arrancará ahora con fuerza el debate de ideas, la confrontación ideológica y la pugna de intereses en torno a responsabilidades y dejaciones, adaptaciones y extinciones, ganancias y pérdidas, todo ello a escala mundial.

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Habrá que plantearse el coste ecológico de un minuto de telebasura o los vuelos por 20 euros

Destacar que el cambio es irreversible -como hacen algunos medios-, sin que ello asegure la existencia de una inquietud generalizada que movilizaría voluntades, puede provocar resignación, mansa aceptación del fenómeno, y un efecto todavía más perverso: “puesto que esto se acaba, apuremos al máximo los últimos restos de naturaleza plena”. Cálculo erróneo que, si no se corrige, precipitará la llegada de las peores consecuencias del cambio climático y del expolio del medio ambiente. Hace unos 30 años que se conoce con suficiente certeza el efecto invernadero de gases emitidos por las actividades humanas. Si guiados por un primario principio de prudencia, se hubieran ido adoptando medidas de contención de las emisiones, probablemente se hubiera evitado que la última década fuera la más calurosa en los registros de temperaturas instrumentalizados desde 1850. Puesto que los gases ya emitidos perdurarán largo tiempo en la atmósfera, a lo que hay que aspirar, y aplicar en el empeño todos los esfuerzos, es a estabilizar la temperatura media global en torno a un aumento de 1,1 grados, la mejor estimación evocada en la primera parte del informe del IPCC, hecho público el 2 de febrero último.

Diluir la responsabilidad de lo ocurrido en el hombre, en la humanidad entera, sin dejar de ser una imputación correcta, oculta que hay niveles de grave responsabilidad identificables: gobernantes informados que no han actuado; empresas y particulares que han contaminado sin freno; científicos que han tergiversado los datos, ideólogos que han alentado a continuar por la senda de la alegre irresponsabilidad…Tal dilución presenta, no obstante, la ventaja de identificar también al sujeto obligado a actuar: la humanidad entera. Nada podrá cohesionarla más que la conciencia de saberse embarcada en la misma nave planetaria con la que nos hundiremos o nos salvaremos juntos. El cambio climático y el deterioro del medio ambiente convierten todos los demás problemas en secundarios, salvo en la medida que sean causa de cambio climático, como la pobreza de millones de desesperados, que para sobrevivir esquilman los suelos, o los conflictos armados, que además de sus mortíferos efectos, son fuente de grave contaminación y de incalculable destrucción de recursos. Piénsese en el enorme coste ecológico de la guerra de Irak.

Pero vayamos a la otra verdad incómoda. EE UU emite el 27% del CO2 sobre el total mundial y Europa el 24%, frente al 3% de Suramérica y al 2,5% de África. Por equidad en el reparto de responsabilidades, por imperativa necesidad, el esfuerzo de reducción de las emisiones debe recaer en los que más contribuyen al calentamiento global. El exceso de aquellas emisiones no es ni casual ni gratuito; obedece a un modelo de producción disparatado en muchos aspectos y a un consumo que atiende más a lo superfluo que a lo necesario. La eficiencia en el consumo energético de combustibles fósiles, las energías renovables y otras medidas reducirán las emisiones, pero ¿llegará la reducción a tiempo y por el volumen requerido para plantarse, como mal menor, en los dos grados de aumento como pretende la UE?

Los mayores emisores de CO2 , que son al mismo tiempo los mayores demandantes de recursos mundiales, no tendrán más remedio que reducir su crecimiento, tendiendo a un crecimiento próximo a cero en el mejor de los escenarios -sin descartar un decrecimiento sostenible-, pudiendo recuperar suficientes recursos de su propio despilfarro para conservar un nivel de vida más que aceptable; y deberán racionalizar su consumo, eliminando mucho de lo superfluo que tanto encandila a los partidarios del consumismo. Habrá que plantearse, por ejemplo, cuestiones tan alejadas de la perspectiva actual como el coste ecológico de un minuto de telebasura, la tecnología de uso personal sobredimensionada y efímera, o los vuelos turísticos a cientos de kilómetros por 20 euros. Sólo con muestras de autocontención por delante tendrán los países desarrollados la autoridad para negociar un reparto de las obligaciones y de los recursos con las economías emergentes de China -el segundo emisor mundial de gases por volumen-, India, Indonesia y Brasil, que con sus 2.700 millones de habitantes, sus tasas de crecimiento anual cercanas al 10%, sus necesidades galopantes de energía y recursos, y sus ansias de consumo al modo occidental van a poner al planeta al borde del colapso mucho antes de lo previsto.

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Noticias Abril 29, 2007

Google: problema fronterizo con Chile

Google ricardoroman.cl

El programa Google Earth incluye en Argentina la localidad chilena Villa O’Higgins

Elpais. Chile ha pedido a Google que modifique parte del trazado de su frontera sur que aparece en el programa Google Earth y que coloca a una localidad chilena como si fuera de Argentina, según confirmó el sábado una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores.

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La Dirección de Fronteras y Límites del ministerio chileno ya ha enviado los documentos necesarios, entre ellos mapas, para que Geoogle corrija el error, según la fuente. “Chile ya pidió la rectificación y sólo queda esperar a que lo hagan pronto”, ha asegurado.

La localidad chilena Villa O’Higgins, situada en el extremo sur del país, a unos 1.600 kilómetros de la capital Santiago, aparece como parte del territorio argentino en Google Earth, el servicio de mapas del buscador. “Hemos recibido la solicitud y estamos trabajando con nuestros socios para conseguir información más precisa de la región”, ha aseguarado Megan Quinn, portavoz de Google. “Estamos constantemente trabajando para mejorar la calidad y exactitud de nuestros mapas. Esto es un proceso en marcha, mientras recibimos nueva información de proveedores y mientras los nombres y fronteras en todo el mundo continúan cambiando”, según Quinn.

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Noticias Abril 27, 2007

Jazz en Chile, 80 años

Jazz en Chile 80 años - El Mercurio

Para aprender y entretenerse, este trabajo de El Mercurio, un homenaje a la historia del Jazz en Chile. Cómo se adquirió la estética musical venida desde la Metrópolis. Desde los primeros ensayos de jazz orquestado en 1924, por Pablo Garrido, hasta el bop de la escena del “nuevo jazz”. (Aquí)

Noticias Abril 27, 2007

Fernando Flores, DHC USACH: Educación

Fernando Flores Doctor Honoris Causa USACH

Aquí comparto la charla que dio el Senador Fernando Flores en la Universidad de Santiago de Chile, con ocasión de la entrega del Doctorado Honoris Causa y la apertura del año académico. Es una conversación acerca de la educación, los fundamentos de los límites actuales y de las posibilidades de cambio. Los diseñadores de políticas educativas del ministerio de educación y de las universidades debieran prestar oídos a esta interpretación: no conocimiento ??? destrezas, sensibilidades y mundo. No conocimiento ??? valor, ofertas y apropiación. Felicidades al Senador Flores.

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