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Sensibilidad

Noticias Enero 22, 2006

La Cultura de Lagos

El Presidente Ricardo Lagos dejará una impronta de Líder Realizador. Pueden quedar muchas cosas pendientes por cambiar o mejorar en el país, pero es evidente que Chile en su infraestructura de caminos, aeropuertos, puertos, edificios públicos y parques ha cambiado, pero también en las relaciones comerciales con los principales centros económicos del mundo y un cambio profundo, quizás la consolidación, en la cultura cotidiana y valórica de los habitantes de Chile.

Un legado notable será la creación y mejoramiento de infinidad de espacio de cultura y arte. Antes hemos mostrado los museos y la biblioteca de Santiago, pero ahora queremos destacar la inauguración del Centro Cultural Palacio La Moneda. El Mercurio hizo una interesante nota: Aquí

Noticias Enero 21, 2006

Nostalgia: Feria del Libro Parque Forestal


Nicanor Parra, José Donoso, Jorge Teillier, Enrique Lafourcade, Francisco Coloane, entre otros, sentados donde se iniciaba en los ´60 la Feria del Libro del Forestal, detrás del Bellas Artes.

Con esta nostálgica fotografía el periódico chileno La Nación grafica su nota sobre la Feria del Libro del parque Forestal en Santiago. Esta Feria siempre viene llena de recuerdos porque es aquí donde nació la ahora madura Feria del Libro de Santiago. El entorno del Parque forestal en Verano es inmejorable y recomendable para pasear entre libros y árboles sin desfallecer por el agobio estival. El programa de eventos está de maravilla:

Los libros a la parrilla
Entre ritmos de la bossa nova y el jazz y el ???Horóscopo Chino??? estarán Hernán Rivera Letelier, Pablo Simonetti y José Miguel Varas. A las siete de la tarde los músicos Camilo Salinas, Roberto ???Titae??? Lindl y Héctor Briceño (???Parquímetro???) encabezan un show que durará hasta el 29 de enero. Está vez las ofertas corren por ediciones LOM.

Javier García
La Nación

Lanzamientos, ofertas, tertulias, relanzamientos y música trae la cuarta versión de la Feria del Libro del Parque Forestal, donde todas las actividades serán gratuitas, hasta el cierre, el 29 de enero. Habrá bossa nova, jazz y cuenta cuentos a cargo de las compañías Triciclopajarito, ???Pequeño teatro???, ???Objeto teatro??? y ???Sólo y simple teatro???.

La inauguración será hoy a las siete de la tarde con jazz, a cargo de Camilo Salinas, Roberto ???Titae??? Lindl, Héctor Briceño ???Parquímetro???, Ricardo Barrios y Juan Pablo Bosco. Mientras que mañana miércoles, a las 19:30 horas, se presentará el libro ???Fantasmas literarios??? (Alfaguara), de Hernán Valdés. En la presentación estarán Camilo Marks, Hernán Loyola y la periodista María Teresa Cárdenas.
Continúe aquí:
El jueves, en tanto, a contar de las 19:30 horas, se presentará el título ???La privatización de las universidades???, de María Olivia Mönckeberg, quien conversará con el sociólogo Manuel Antonio Garretón y Sergio Campos.

El viernes, a las 16:30 horas, será el turno del show de cuenta cuentos, ???La vuelta al mundo en 80 cuentos???, de la compañía La Maleta. Después, a las 21 horas, el jazz lleva el nombre de Emilio García Trío.

Al día siguiente, a las 18:30 horas, se presentará el libro ???Horóscopo Chino 2006. Año del perro??? (Planeta), de Ángeles Lasso. Y una hora después, la periodista Vivian Lavín, presentará ???Memoria y biografía en la obra de Volodia Teitelboim???.

El domingo, a las siete de la tarde, se presentará la novela ???Ygdrasil??? (Ediciones B), de Jorge Baradit. Más tarde, a las 21:00 horas habrá un homenaje a Joaquín Sabina, encabezado por Alfred Newman, Hugo Cruz y Néstor Santibáñez.

SEMANA SIGUIENTE

El martes 24 se dará la charla a cargo de Mago Editores ???Algunos aspectos de la escritura de la novela???, ocasión que reunirá en una mesa de conversación a Eduardo Contreras, Hugo Martínez y los escritores Juan Pablo Sutherland y Max González Sáez.

El viernes 27, a las 20:30 horas, se presentará el libro ???Ocaso de las buganvillas??? (ediciones LOM), de Jaime Valdivieso. Y a la misma hora Hernán Rivera Letelier, relanzará por Editorial Planeta su última joyita, ???Romance del duende que me escribe las novelas???.

También Planeta relanzará las novelas de los autores nacionales ???Vidas vulnerables???, de Pablo Simonetti y ???La sagrada familia???, de Hernán Millas. Además de los volúmenes internacionales, como los cuentos de Kawabata ???Historias en la palma de la mano???.

Para el sábado 28 a las 19:30 horas, se relanzará ???El club de la pelea. Premios Nacionales de Literatura??? (Alfaguara), del periodista y escritor Andrés Gómez B. A cargo de la presentación estarán Alberto Fuguet y Álvaro Bisama. Mientras que el domingo, último día de feria, a las 19:30 horas, se presentará el libro ???Los sueños del pintor???, del escritor nacional José Miguel Varas.

Las ofertas corren esta vez por ediciones LOM, la cual ofrecerá tres títulos de narrativa, poesía, ciencias humanas, infantiles o fotografía por 10 mil pesos. Volúmenes de autores como la poetisa Elvira Hernández, ??scar Hahn, Malú Urriola, Waldo Rojas y Jaime Luis Huenún, o los narradores

Ramón Díaz Eterovic, Luis López-Aliaga, Rodrigo Atria, entre otros, figuran con sus obras a precios amigables.

La feria funcionará de lunes a viernes, de 16 a 22 horas, sábados y domingos, de 11 a 22:30 horas, y como última actividad, antes del cierre de cada día, habrá un espectáculo de música.

Noticias Enero 6, 2006

Mexico Siglo XXI

Guacamoleproject.com

Esta es una postal turística que encontré en la Ciudadela en Ciudad de México, un mercado con artesanías de todo el país que alucina por la variedad de cerámicas, tejidos, instrumentos musicales, sombreros, lo que se imagine.

La fotografía es de Carlos A. García Mora, son niñas de la Comunidad de Cora en Santa Teresa del Nayar en Nayarit en la costa central del Pacífico mexicano. Pertenece al proyecto de imágenes GuacamoleProject.com.

Noticias Diciembre 16, 2005

El Primer Libro

Luis López Aliaga (¿cuándo tendrá su blog?) es escritor y acaba de publicar este año el libro Bazar Imperio. Esta semana publicó en Revista de Libros de El Mercurio el siguiente artículo:

El primer libro

Tenía ocho o nueve años y era un niño hiperactivo, pichanguero y sin ningún brillo en los estudios. Por eso mi madre se quedó desconcertada, sin saber cómo reaccionar, cuando en medio de la calle Huérfanos su retoño le montó una pataleta sólo porque ella se había negado a comprarle el libro de cubierta amarilla que destacaba en la vitrina de una librería. Ante un helado de lúcuma o el último ejemplar de la revista “Barrabases” mi madre hubiese aplicado el procedimiento de rigor, unos cuantos coscorrones y un mechoneo público, pero la sorpresa de ese extraño objeto del deseo de su hijo más porro la dejó literalmente sin habla. ¿Qué pretendía con semejante demanda, se debe haber preguntado, y con aquella inusitada vehemencia con la que decidía – en una época en que aquello no era bien visto- botarme a huelga si no me daban en el gusto? La verdad es que yo todavía me lo pregunto y he llegado a pensar que allí, en ese gesto de capricho infantil, se jugó gran parte de mi destino. Que si la cubierta satinada de aquel grueso ejemplar dispuesto sobre una especie de atril metálico no hubiese despertado mi curiosidad de niño, mi vida hubiese sido muy distinta a lo que es. Ni siquiera había leído el título y ya quería ese libro, presa de una voluptuosa urgencia por poseer por primera vez uno.

En mi casa nunca hubo libros hasta que, de un día para otro, mi padre instaló una bien provista biblioteca que incluía desde los rusos a los beatnik, desde las obras completas de Giovanni Papini a cada una de las novelas de Ciro Alegría. Y nunca supe si la compró en algún remate, la heredó de algún pariente o la desempolvó de algún ropero oculto. Sí recuerdo que siempre hablaba de la mitológica biblioteca de su padre, mi abuelo, que había sido irremediablemente perdida en los múltiples destierros y allanamientos a los que fue sometido por su calidad de luchador social en el Perú de los años treinta en adelante. Una biblioteca que parecía algo así como el paraíso perdido de su propia infancia limeña y que es probable que, sin conocerla, despertara también en mí el deseo de recuperarla. Y un día regresé del colegio y me encontré con esa biblioteca ya armada, meticulosamente ordenada y demasiado expuesta a la mirada de los visitantes, según me parece ahora. A mí me intrigaban esos libros, pero nunca me acerqué demasiado a ellos, una especie de pudor infantil me lo impedía, quizás el miedo de romper con algún secreto íntimo de mi padre.

Hasta que aquella tarde de la pataleta sentí la urgencia de tener por fin un libro mío, el primero, al cual pudiera tener acceso sin restricciones, acariciar la suavidad de su portada sin pudores, hojearlo y ojearlo y, por qué no, tal vez hasta leerlo de vez en cuando. Mi madre me miraba sin decir una palabra, incluso diría que un tanto asustada, hasta que al final se encogió de hombros y entró a comprar el libro.

Y al poco rato yo ya estaba encerrado en mi pieza, con mi libro como única compañía. Se llamaba Nueva antología poética universal y había sido recién publicado por Ediciones Delfín. Ahora pienso que el precio debió representar un desembolso importante para mi familia, en medio de la crisis económica de mediados de los setenta. Una época llena de confusión y miedos, en la que intentábamos aprender a duras penas las estrategias mínimas de la sobrevivencia. Quizás siempre sea así con los libros, pero de algún modo esa selección poética realizada por Juan Aldea y Enrique González llegó para poner orden en mi vida: su ordenamiento temático – La religión, La naturaleza, Populares, etc.- parecía un pequeño cajón de herramientas desde donde podía sacar lo que la vida me fuera demandando. A la que primero recurrí, por cierto, fue a la sección denominada El amor, donde encontré un amplio arsenal de poemas muy cercanos a las canciones de Camilo Sesto y Lucha Reyes que se escuchaban en mi casa. Cosas como: “Pues bien, yo necesito/ decirte que te adoro,/ decirte que te quiero/ con todo el corazón”, de un tal Manuel Acuña, mexicano. También había textos de Lord Byron, de Efraín Barquero, de Li Tai Po, pero a mí no me interesaban demasiado. Después vino La patria, con Fernando Alegría, Rafael Alberti y Pablo Neruda entre otros; y más tarde El dolor, con Antonio Machado, Oscar Wilde y César Vallejo, y así, para cada momento fui encontrando el compartimento adecuado, como si ahí estuvieran todas las respuestas que necesitaba.

En alguna de mis múltiples mudanzas le perdí la pista, hasta que hace poco lo encontré arrumbado junto a otros libros, al fondo de una humedecida caja de cartón. Y aquí lo tengo ahora, frente a mis ojos: le faltan las tapas amarillas, el lomo está ajado, con unos delfines que comienzan a borrarse; la primera página está sucia, con unas manchas que me resultan indescifrables y con sus hojas interiores que comienzan a ponerse opacas. En las próximas horas me dispongo a revisar el contenido de la sección denominada El hogar y la infancia.

Luis López-Aliaga.